Un tipo iba circulando en su vehículo cuando, de repente, junto a un manicomio, nota algo extraño en el coche.
Cuando se baja a comprobar qué ha pasado descubre horrorizado que una de las ruedas traseras se ha desmontado completamente y se han perdido los cuatro testigos que la sujetaban al coche. Sin saber qué hacer se pone a dar vueltas alrededor de su vehículo desesperadamente.
Un loco que lo observa desde la tapia del manicomio le dice:
- Amigo, lo que tiene que hacer es quitarle un testigo a cada una de las otras 3 ruedas y ponersela a la rueda que se ha caido, así en cada rueda tendrá 3 testigos y podrá circular hasta el taller más próximo.
El hombre, impresionado, le responde:
- Pero, hombre, cómo puede ser que esté usted ahí dentro.
A lo que lo loco le respomde:
- Verá, amigo, yo estoy aquí por loco, no por imbecil
