No me gustan los toros, ni las barbaridades que hacen con ellos.
Y sí, me parece muy manido lo de la desaparición de las especies.
Se trata de aclimatarse o morir de muerte natural, no en una plaza de toros, a base de puyas, estoques, y demás barbaridades, para gozo y deleite del personal.
Pero no me considero en ese sentido radical.
Aunque doy respeto a los que lo consienten o les gusta, también pido lo mismo para los que no nos gusta, independientemente de donde seamos, o donde hayamos nacido.
He dicho.
