Te conocí, sin conocerte

Te conocí, sin conocerte
Al principio estabas con otro,
no te tomé en cuenta aquella vez.
Hasta que supe, de ti, que estabas sola, otra vez.
Luego empezé a conocerte.
Te observaba, cuando te reias,
iluminabas todo a tu alrededor
Cuando me hablabas, que bella
Cuando te enfadabas, sin enfadarte
me gustaba mirate, verte como a una joven caprichosa,
esperando que cumplan tus deseos.
Entonces empezaste a gustarme.
Seguí conociéndote.
No dejaba de pensar en ti,
Incluso creia que serías capaz de buscarme,
encontrarte conmigo,
Pero estaba equivocado, Que vanidad la mia.
Entonces cuando no te veia, comencé a extrañarte.
Extrañaba tus palabras, tu sonrisa, tu presencia
Extrañaba la forma de tu rostro, tus bellos ojos,
aquellos que me habían cautivado,
dejandome indefenso, completamente.
Extrañaba tus labios, aquellos que soñaba que tan solo besarlos,
de probar aquella dulce miel que en ellos dormían,
podrían darme felicidad eterna.
Extrañaba tu espíritu, realista,
no conformista, alegre.
Extrañaba tu forma de pensar, inclusive tu forma reservada de ser
Sin nada decir de tus sentimientos y de ti.
Seguí conociéndote.
Hablábamos poco, pero fui aprendiendo mucho de ti.
Y creo que también fuiste aprendiendo algo de mi.
Eso me gustó.
Con ese transcurrir de conocerte, extrañarte y gustarme
Empecé a sentir algo nuevo,
Empecé a enamorarme de Ti.

Babilane 12 / 1992