- Mamá, mamá, tengo hambre.
- Pues fríete un huevo, hijo.
- Caramba, mamá…. ¿por qué no te fríes tú una teta?
- Mamá, mamá, en el colegio me llaman esquizofrénico.
- No te preocupes hijo, eso son cosas de los chicos, ya sabes, la edad…
- !!!ESO NO ES UNA REEESPUEEESTAAAAAAAA!!!
- Mamá, mamá… ¡hoy he perdido la virginidad!
- Pues chupa un limón
- ¿Y así recuperaré la virginidad?
- No, pero así se te quitará esa cara de viciosilla que llevas…
- Mamá, namá… de pequeñito era el coco, y ahora la coca… ¿cuándo c.ñ. voy a poder dormir?
- Mamá, mamá… me se cae la baba.
- No, hija, será ‘SE ME’.
- No, mamá, te juro que es baba.
- Mamá, mamá, dame más pan, que quiero rebañar la taza.
- Anda, niño, no seas guarro y tira de la cadena.
- Mamá, mamá, tráeme una naranja.
- ¿Te la pelo?
- Si, y tráeme la naranja.
- ¡Mama, mama, en la escuela me llaman el despistao!
- Anda niño, vete a tu casa.
- Mamá, mamá, en el cole me llaman solitario.
- ¿Mamá? ¿mamá?
- Mamá, mamá, en el colegio me llaman L’oreal.
- ¿Por qué hijo?
- Porque yo lo valgo.
- Mamá, mamá, Jaimito me da un chicle si me subo al árbol.
- Serás tonta hija mía, eso es un truco para verte las braguitas.
- Ya, pero yo soy tan lista que me las quito antes de subir.
- Mamá, mamá, ¿tu castigarías a un niño que no ha hecho nada?
- No.
- Ah, entonces te puedo decir tranquilamente que no he hecho los deberes.
- Mamá, mamá, en la escuela me dicen hijo de vaca.
- Muuuurmuraciones, muuurmuraciones hijo mio.
- Mamá, mamá… que he dejado la droga.
- Muy bien, hijo, estoy muy orgullosa de ti.
- ¡Pero es que no sé dónde!
