No Soy CoMo ElloS

Antes me gustaba tomar la iniciativa, llevar la voz cantante... ahora me he acomodado y "me da igual" aunque quizá deberia tomar la determinación de saltar por una ventana o correr alegre por el jardín del vecino que me quiere denunciar por abrir una puerta que no respeta "su" linde. -que te den-

Tomar la determinación de dedicar más tiempo a pintar con los pinceles que me regalaste sin motivo. Tomar la determinación de no admitir más argumentos oxidados, no disparar la escopeta de papá, no diseminar los sesos de nadie contra una pared. Volver a tomar las riendas de mi vida y convulsionarme, vivir con intensidad y al límite, sentir la necesidad de gritar fuerte a las 3,45 de la mañana, y hacerlo sin importarme nadie más que yo y mis ganas de romperme la garganta. Tomar la determinación de respirar y escupir a los que me hablen de energias positivas. No odiar demasiado al prójimo y no matar al jefe, todavía. Tomar la determinación de apagar la tele, abrir un libro, devorarlo. Ir al cine y comer palomitas dulces sin sentir remordimientos....

Quiero ser yo, sentirme yo, despertarme feliz y acostarme agotada de vida. Tomar la determinación de reventarle el hígado a las marujas que se cuelen en la panaderia. No odiar ni sentir rencor, buscar el equilibrio y no volverme insensible. Escribir mil poesias sin sentido, sin miedo de mirarme dentro de los ojos. Ver el cieno y revolcarme en el, vomitar recuerdos y deseos. Tomar la determinación de apreciar el momento, que la pereza no se apodere de mis ganas de amar.

Voy a aprender a pasar de la gente, no quiero ser como ellos... NO SOY COMO ELLOS... Tomar la determinación de abrir los ojos y descubrir la realidad con asombro. Tomar la determinación de no ser moralista, ni integrador, ni tolerante... no tenemos porqué empatizar con todo/todos... no siempre. Voy a quejarme cuando me duela, voy a ser incoherente, infantil e insoportable y no creeré jamás en los pronósticos meteorológicos. Y no creeré jamás en nada que no sea la intuición del sueño y el cansancio. En la reparadora sensación de no estar demasiado viva.