Mes de agosto, día mas caluroso del año, una gitana comiendose una sandia sentada en una silla, toda espatarrada, con la falda por encima de la cintura, y sin bragas. Con la cara llena de sandia, muerde un gran trozo. A todo esto que su hijo que pasa por allí le dice:
- JEZÚ, MARÍA Y JOZÉ, ¡¡¡ MAAAA, TÁPATE ESO JOEEEEEE... !!!
La madre contesta:
- ¡DE EZO NÁ GITANO, QUE ENTONCES LAS MOSCAS NO ME DEJAN COMERME LA ZANDIA, JOIOOOO!
