Los médicos temen por la vida de 18 de los 28 heridos por la explosión de gas que ha sacudido esta madrugada un edificio de viviendas de Gavà (Baix Llobregat), según ha explicado la consellera de Salut, Marina Geli. El departamento que dirige Geli ha informado después, en un comunicado, que los heridos muy graves son 11 adultos y siete menores.
En una entrevista a la cadena SER, Geli ha asegurado que la situación de 18 heridos es muy grave, lo que significa que "peligra la vida a corto plazo". Tienen quemaduras en más del 60% del cuerpo, que afectan no solo a la piel sino también a los órganos internos.
A las seis de la tarde, continuaban ingresadas un total de 23 personas --15 adultos y ocho menores-- en distintos hospitales barceloneses. Aparte de los 18 heridos muy graves, cuatro están graves y uno leve. Todos los pacientes mantienen una evolución "estable" dentro de su nivel de gravedad, según la conselleria.
De los 28 heridos que han sido trasladados a hospitales justo después de la explosión, cinco han sido ya dados de alta. Otras 14 personas han requerido algún tipo de atención de los dispositivos sanitarios, aunque no ha sido necesario su ingreso hospitalario.
Ingresados en cinco hospitales
En el Hospital del Vall d'Hebrón permanecen ingresados 16 pacientes (de ellos ocho menores). Está pendiente que un paciente del Clínic sea trasladado al Vall d'Hebron, como ya ha ocurrido con dos menores inicialmente atendidos en Sant Joan de Déu. En Bellvitge hay seis personas, mientras que tres ingresados en el Hospital de Viladecans ya han sido dados de alta.
La consellera de Salut y el titular de Interior, Joan Saura, han visitado el Hospital del Vall d'Hebron para conocer de primera mano la evolución de los pacientes.
La explosión, a la que ha seguido un incendio, ha ocurrido a las tres de la madrugada en el bloque situado en el número uno del Camí de Ca n'Espinós, en un barrio marginal, habitado mayoritariamente por inmigrantes y personas de etnia gitana. Un cuarto de hora antes, una mujer había alertado a los bomberos de una fuga de agua en la calle, frente al edificio.
El edificio tendrá que ser derribado
Al lugar han acudido 21 dotaciones de los Bombers de la Generalitat, que han dado por extinguido el fuego sobre las cinco de la madrugada. El edificio deberá ser demolido, debido a los importantes daños en la fachada. Un centro cívico cercano al lugar ha servido para atender a más de 50 vecinos desalojados de los inmuebles colindantes.
Después de que los bomberos hayan dado por finalizada la búsqueda de víctimas en las tres plantas del edificio, se ha permitido el paso a la policía científica. Estos especialistas de los Mossos d'Esquadra recogen pruebas y restos que puedan arrojar luz sobre las causas de la explosión. La Conselleria d'Economia ha abierto igualmente un expediente informativo.
El departamento de Medi Ambient i Habitatge, propietario del edificio a través de la empresa pública Adigsa, ofrecerá un alojamiento provisional a los vecinos del inmueble, en el que había 40 personas empadronadas. El edificio forma parte, junto con otros cuatro bloques, de un conjunto de viviendas construidas por Adigsa, que entregó las llaves a sus inquilinos en 1997.
vivimos con auténticas bombas
