Quienes fueron los culpables esta claro, y como todo asesino, deberian ser juzgados.
Pienso que todos los familiares de las víctimas tienen el derecho de buscar y enterrar a sus seres queridos.
Naturalmente, y los familiares de los muertos en nombre de la República que tampoco saben donde están. ¿Y por qué no se sigue también una causa contra los crímenes de Paracuellos? Ahí lo tienen más facil, ya que el instigador principal sigue vivo, coleando y laureado.
¿Y por qué no seguir remontándonos y también investigar los crímenes que sucedieron durante la Revolución de 1934?
Si que sería conveniente hacer un censo, siempre que se haga de todos los desaparecidos y aunque es una acción que puede corresponderle al Gobierno, nunca a un juez instructor de la Audiencia Nacional, quien además, en este caso, es una mezcla de chapuza y sectarismo.
Aquella guerra enfrentó dos modos de totalitarismo, uno de izquierdas y otro de derechas, y es algo de lo que no podemos, sus herederos, sentirnos orgullosos. Debería, después de tantos años, haber servido para reconciliar, no para enfrentar; pues todos nos liberamos de esa historia que nunca debió ocurrir el 6 de diciembre de 1978, cuando la inmensa mayoría de los ciudadanos aprobaron la Constitución de la Concordia, cerrando con ella una página negra de nuestra reciente historia y abriendo un porvenir de esperanza.
También es triste que 70 años después de aquello haya gente que quiera enterrar esa esperanza.