Un ventrílocuo, con un loro de madera en la mano, empieza a contar chistes en la plaza de Lepe. El loro cuenta uno, dos, tres.... y la gente alrededor se ríe a carcajadas.
Al cabo de un rato de risas, el loro dice:
- Y ahora voy a contar un chiste de Lepe.
A lo que salta uno de los del corro:
- Ya estamos con Lepe!!. El loro ha cogido confianza y nos va a meter un chiste de Lepe!!. Pues como se le ocurra al loro contarlo, le retuerzo el pescuezo!!!.
El ventrílocuo, sacando la mano de dentro del muñeco, le responde:
- No se enfade, que no pretendo herir la sensibilidad de los leperos, disculpe usted.
Y el otro contesta:
- Cállese, que con usted no va la cosa; yo estoy hablando con el loro!!.
