
Por qué se nos cae el cabello durante la adolescencia
Más que algo de rutina, peinar nuestra cabellera es un ritual que los adolescentes practicamos con mucho cuidado e incluso devoción por la gran importancia que tiene en nuestro look.
¿Y qué pasaría si ese afán por hacer que luzca perfecta fuera el causante de que su aspecto se haya estropeado? Cada vez que lo arreglamos es natural que algunos cabellos se queden en el peine. Pero si a medida que pasa el tiempo la cantidad va en aumento, la cosa se sale de lo aceptable.
Esto no quiere decir que nos vayamos a quedar calvos de la noche a la mañana. Sin embargo, el exceso de preocupación por tener un pelo lindo a veces nos hace recurrir a productos con químicos muy fuertes que debilitan las raíces y hacen que la cabellera se desprenda fácilmente.
Si a ello le sumamos un carácter ansioso y las situaciones estresantes que nunca faltan, es muy probable que nuestra cabellera reduzca su brillo y volumen, incluso llegando a padecer comezón, irritación y puntas partidas (las populares horquillas).
Por otro lado, las enfermedades como la anorexia y bulimia y las adicciones provocan daños capilares. Así mismo, hay que tener en cuenta si en nuestra familia alguien ha padecido problemas de alopecia o caída de cabello (sobre todo en los hombres), ya que suele heredarse.
Ahora bien, como en la adolescencia pasamos por cambios hormonales, ello también podría provocar la disminución de pelo. Pero al ser parte de nuestro desarrollo, todo vuelve a la normalidad en poco tiempo y hasta resulta positivo (por eso se le llama “muda de pelo”).
Ya que las causas pueden ser tan diversas, les recomiendo que cuando noten que se les cae el cabello más de la cuenta vayan al dermatólogo para que les dé un tratamiento que se ajuste a su problema. No intenten solucionarlo por sí mismos y menos con productos de dudosa procedencia, que antes que evitar la caída del pelo, la producen.
Fuente:
http://www.teens.com.pe/2008/10/17/por-que-se-nos-cae-el-cabello-durante-la-adolescencia/ La calvicie del estrés (alopecia)
Cerca de un 80 por ciento de las alopecias se deben a un 'episodio vital estresante', esto es, tienen entre sus principales desencadenantes al estrés, la depresión y la ansiedad, según apunta Antonio Rodríguez Pichardo, dermatólogo especialista del Hospital Virgen Macarena de Sevilla.
En declaraciones a Europa Press, Rodríguez Pichardo explicó que dicho cuadro clínico de la alopecia, asociado básicamente al estado anímico del paciente, "es el que afecta en gran medida a los pacientes con alopecia areata, una patología que se caracteriza por la caída del pelo en placas, generalmente redondas u ovaladas".
Pese a conocer estos factores, dicho experto reconoció que el problema "es que muchas veces no se conocen los mecanismos intermedios que se desencadenan desde que se padece estrés hasta que se produce una caída del pelo".
"Factores como la muerte de un familiar, la pérdida del puesto de trabajo o los problemas escolares pueden estar asociados a la calvicie de un paciente", subrayó Rodríguez Pichardo, quien apuntó que "lo tremendo es que el estrés pone en marcha una serie de procesos inmunológicos irreversibles que, pese a que luego pueda desaparecer el estrés, el pelo ya no vuelve a nacer por la zona dañada".
Con todo, dicho dermatólogo aclaró que cuando la alopecia areata afecta a menos del 40 por ciento del cuero cabelludo "habitualmente esta zona dañada vuelve a repoblarse con pelo por sí sola en un plazo de seis a doce meses y sólo administrando placebo".
Respecto al perfil del paciente, señaló que cualquier persona es susceptible de padecer una calvicie, si bien advirtió de que determinados tipos de alopecia, como la 'alopecia universal' --caída total del pelo de todas las zonas del cuerpo y que en ocasiones representa una extensión de la alopecia areata--, "son más difíciles de tratar en chicos".
ESTRES INMUNOLÓGICO EN EL NIÑO
Esta dificultad, añadió, "se debe no sólo a que es más traumático tratar a un niño con alopecia que a una persona adulta, sino por la el 'estrés inmunológico' del paciente joven, ya que la edad afecta más a su sistema inmune".
En cuanto al paciente adulto, Rodríguez Pichardo sostuvo a Europa Press que el adulto con alopecia areata "suele ser por regla general una persona muy inteligente con la que se puede dialogar muy fácilmente", consideración ésta, argumentó, "que hay que tener en cuenta ya que en muchas ocasiones este tipo de paciente acude a la consulta sólo a que les confirmes su alopecia, lo que les da la tranquilidad de saber definitivamente lo que les ocurre".
"Precisamente la confirmación de lo que ya sabían o intuían es lo que les permite no sólo despojarse de ese agobio y estrés que sufren, sino que la tranquilidad que ganan ejerce en muchas ocasiones un efecto placebo", continuó, dicho experto, quien concluyó que, con todo, "disponemos de fármacos a base de corticoides tópicos y sistémicos, además de inmunomoduladores típicos de contacto".
Fuente:
http://www.lukor.com/hogarysalud/05061804.htm