te dejo una pequeña explicación, que por supuesto es (como todo) opinable

En Argentina convivena dos sistemas jubilatorios: el de reparto (estatal) y el privado (AFJP)
El de reparto es el que historicamente rigió en el país. Se basa en un principio de solidaridad social. El trabajador activo aporta (11%) al sistema jubilatorio y de allí salen los fondos para pagar las jubilaciones, pensiones, subsidios, etc. El aporte va a una repartición estatal llamada Administración Nacional de seguridad social (anses), que es la que se encarga de administrar los fon dos. Este sistema entró en crisis en las decadas del 70/80, porque el estado, debido a sus deficits crónicos, entró a meter mano en los fondos de la anses. Le "pedía" plata prestada para gastos corrientes con la promesa de devolverla, cosa que llevó a que las jubilaciones pagadas se fueran atrasando progresivamente por falta de fondos para mantener los valores actualizados.
En el año 91, el gobierno de Menem, siguiendo la lógica predominante en ese momento (liberalismo extremo) decide privatizar el sistema y crea la AFJP (administradoras de fondos de jubilaciónes y pensiones). Entonces, el aporte de cada trabajador pasa a ir a una cuenta individual de capitalización de donde saldrá su futura jubilación. Pero, siempre hay un pero, el sistema se encontró con varios problemas: 1- el estado siguió con problemas de caja, aumentados porque la mayor parte de los aportes jubilatorios se volcaron a las AFJP pero debía seguir pagando las jubilaciones anteriores. Es decir, se desfinanció el sistema jubilatorio estatal, y los problemas de deficit del estado continuaron. Entonces, se obligó a las AFJP a comprar Bonos del estado Nacional, cada vez mas en desmedro de otras inversiones. Cuando el default del 2001 los bonos pasaron a valer nada el sistema privado entró en colapso. Desde entonces continúa pero está claro que las cuentas no cierran. Ademas, el porcentaje que cobran de comisiones es muy alto por lo que el aporte efectivamente ahorrado es bastante menor a que se le descuenta al aportante.
Finalmente, respondiendo tu inquietud, no vamos a ningun corralito, eso es bastante seguro, pero lo que no es tan seguro es hacia donde vamos con el sistema jubilatorio.