Tocan la puerta de la casa y la mujer, que está sola, va a abrir. Al llegar a la puerta se encuentra con un hombre que le pregunta:
- ¿Ud. tiene vagina?
La mujer, disgustada, le cierra la puerta en la cara.
A la hora vuelve el mismo hombre y le hace la misma pregunta:
- ¿Ud. tiene vagina?
Ella le cierra la puerta en la cara nuevamente.
A la media hora llega su esposo de trabajar y le cuenta lo que está sucediendo. El marido le dice a su mujer con una voz amorosa:
- Amorcito, avisame si aparece nuevamente ese hombre...
Aproximadamente a la hora de haber llegado el marido otra vez tocan la puerta. Ambos corren a abrir, pero el marido se detiene y le susurra a la esposa:
- Amorcito, voy a esconderme detrás de la puerta para escuchar lo que te dice, si es el mismo tipo quiero que le respondas que sí, para saber que quiere contigo...
- OK
Dice ella y abre la puerta; era el mismo tipo que le repite la pregunta:
- ¿Ud. tiene vagina?
- Si...
Responde ella.
- ¡Excelente!
Contesta el hombre. Y luego agrega:
- Por favor, si no es mucha molestia... ¿Podría decirle a su marido que deje la de mi mujer y empiece a usar la suya?
