Estos sías me sorprendo con frecuencia lo que jamás debería pensar. Quizás sólo nos equibocamos en una cosa, en pensar que estas "cosas" son realmente seres humanos...
Viendo algunas de las escenas que se emitían por TV se me ocurrían algunos pensamientos.
- Apenas se había enterado de que vivía. Tenía sólo siete meses y sus padres habían abierto un nuevo mundo de esperanza para ella... un mundo que terminó violentamente en el suelo, en la vía del tren.
- Llevaba con esperanza la vida dentro de sí. Seguro que, ilusionada, recorría las tiendas mirando y comprando cosas para recibir ya muy pronto a su bebé, pero ella no le verá, porque ya no tiene ojos, ni vida, y a su hijo le arrebataron el futuro...
- Hoy (ayer) cumpliría 18 años, habría celebrado el hecho con sus amigos, seguro que estaba orgulloso porque al fin, y por poco, iba a poder expresar su opinión mediante el voto pero, fuera cual fuese este ya no lo hará.
- Iba reflexionando, como tantos días. Quizás España no era "El Dorado" que había pensado, pero mal que bien tenía trabajo y podía pensar en un futuro. Quizás soñaba en como y cuando traer a sus hijos, aún en su pais lejano, pero ya no los volverá a ver.
- Como todos los días iba ensoñado pensando en el trabajo, en la hipoteca, en llegar a final de mes, en la bronca que había tenido ayer con su hijo adolescente, en los desacuerdos con su pareja... Hoy ya le han arrebatado esas preocupaciones.
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Dicen que van a hecer un monumento a las víctimas. No se como será, pero los monumentos son fríos e inhumanos. Para que todos pudiésemos recordar que realmente son 200 Vidas, 200 Familias, 200 futuros truncados yo sugeriría una cosa muy simple: Sólo un muro con doscientas fotos, con doscientas bocas ya para siempre cerradas, con cuatrocientos oidos para siempre sordos, con cuatrocientos ojos para siempre cerrados, con doscientas familias para siempre destrozadas y... porqué no, y se se pudiese,con un mínimo de 1500 fotos más de todos aquellos que vieron cambiada su vida para siempre.