Me gusta esta parábola de
Gibran Jalil Gibranespero que la disfruteis y q os haga pensar y sentir intensamente

En cierta ocasión vivía un ermitaño en las verdes colinas. Era puro de espíritu y tierno de corazón. Y todos los animales de la tierra y las aves del cielo se acercaban a él por parejas; y él les hablaba. Ellos le escuchaban alegres a su alrededor, y no se marchaban hasta la noche, cuando el ermitaño les despedía confiándolos al viento y al bosque con su bendición.
Cierta tarde, en que el ermitaño hablaba del amor, un leopardo alzó la cabeza y le dijo: «Nos hablas del amor. Dinos entonces dónde está tu compañera.»
Y el ermitaño contestó: «No tengo compañera.»
Entonces un clamor de sorpresa se elevó del coro de bestias y aves que empezaron a decirse: «¿Cómo puede hablarnos del amor y del compañerismo si no sabe nada de ello?» Y lentamente, con actitud despectiva, le abandonaron.
Esa noche el ermitaño se tendió sobre su estera, con el rostro contra la tierra, y lloró amargamente, y se golpeó el pecho con los puños.