NOTA: "Esta biografía no está autorizada por el Profesor Van Dido. Ha sido realizada a partir de entrevistas a diversas personas relacionadas con el Profesor, así como diversos recortes de periódico y revistas y otras fuentes menos convencionales". - John Browning.
El Profesor Van Dido nació en Flandes, Holanda, en algún momento del siglo XX, presumiblemente hacia sus comienzos. Sus padres, dueños de una pastelería, se encontraban en esos momentos en guerra con una familia rival, en dura pugna por hacerse con el mercado local de merengues azucarados. Los progenitores, temiendo por la vida de su retoño, optan por ocultar al recién nacido en un cesto de mimbre y dejarlo en el río. La cesta es empujada por la corriente hasta Canberra, Australia. Para entonces el Profesor ya ha cumplido los catorce años.
De estos catorce años que vivió el Profesor en su cestita empujado desde Holanda hasta Australia poco se sabe. El sargento Paul Steinbeck encontró la cesta con su ocupante flotando en el muelle de Canberra una fría noche de Agosto y me relató lo siguiente cuando me dedicaba a investigar para esta biografía:
Lo primero que hizo el chico al salir de la cesta fue pedir que le recomendara un buen restaurante. Le pregunté por sus padres y me contestó que no tenía. Le dije: "Vamos chico. Todo el mundo tiene al menos una madre". Entonces comenzó a preguntarme por mi madre de un modo que no me gustó, así que lo detuve y lo encerré en un calabozo. Se pasó toda la noche expulsando un líquido negro por su piel y por la mañana llamamos al médico.
El médico llamado por la policía se mostró desconcertado y dimitió en el acto. El caso del chico que expulsaba lo que fue identificado como tinta constituyó un misterio para los médicos de la época. Por fin fue el propio Profesor quien explicó lo que pasaba. Durante su vagabundeo marítimo había sido adoptado por una familia de calamares del Atlántico Superior que le habían enseñado a expulsar tinta cada vez que se enfadaba. También le enseñaron los rudimentos de varios idiomas así como un curso intensivo de Matemáticas avanzadas. Cuando estaba a punto de aprender a cocinar la carne de cerdo fue empujado por la corriente hacia Australia, separándose de su familia adoptiva.
Una vez aclarado el misterio, la historia del chico-calamar aparece reflejada en diarios de todo el globo. Sus auténticos padres leen la historia y reclaman al muchacho, que es trasladado hasta Flandes para reunirse con la familia Van Dido. Una vez en Holanda ingresa en el colegio para continuar sus estudios, pero lo abandona poco después debido a que es sometido a continuas provocaciones por sus compañeros y profesores para que se enfade y les rellene los tinteros. Hasta su ingreso en la Universidad llevará a cabo sus estudios con profesores particulares.
A los diecinueve años Van Dido entra en la Charles Bronson University, en Chicago, Estados Unidos. Aquí estudia Historia y Literatura, doctorándose posteriormente con el trabajo "La novela futurista en la Europa pre-romana". En su etapa universitaria coincide con el Profesor Mac Arra, que en ese momento estudia Medicina No Convencional. Los dos se hacen grandes amigos, principalmente por la propensión de ambos a gritar en todas las clases "¡Disiento!" cada vez que un profesor hace alguna afirmación. Estas peculiares manías les granjean cierta notoriedad en el mundo académico, principalmente entre el personal de seguridad del Campus universitario que es requerido para expulsarlos de las aulas.
Tanto el Profesor Van Dido como el Profesor Mac Arra continúan impartiendo clases en esa Universidad una vez terminados sus estudios, aunque Mac Arra da las clases a pie de barra en el bar más cercano. El Profesor Van Dido continúa escalando puestos en el mundillo académico y ganando prestigio a causa de los trabajos e investigaciones que lleva a cabo.
Sin embargo es a partir de 1956 cuando consigue la fama a n
ivel internacional. Su colega Mac Arra, que era conocido desde 1949 entre científicos de todos los países por acabar, él sólo, con la barra libre en todos los congresos, fue quien ayudó a Van Dido a alcanzar el reconocimiento mundial. Es el Doctor Joseph Von Straussen quien recuerda aquel momento:
Sí, claro que recuerdo cómo el Profesor Van Dido fue por fin reconocido internacionalmente. Yo presidía el III Congreso de Historia Antigua Pero No Demasiado Vieja, que se celebró en Kentucky en 1956. En el momento cumbre del discurso de clausura entraron en la sala los Profesores Van Dido y Mac Arra. Iban vestidos, si no recuerdo mal, con unos disfraces de pollo que dejaban un rastro de plumas amarillas en la moqueta del local. Comenzaron a correr, cacareando, entre los numerosos ponentes y asistentes al congreso. De vez en cuando se paraban ante alguno de los invitados de mayor prestigio y, al tiempo que le picoteaban las rodillas, le gritaban: "¡Mentiroso!. ¡Blasfemo!. ¡Disiento de sus teorías!". Cuando se cansaron comenzaron a gritar lemas como "¡Libertad de ciencia!", "¡Muera Einstein!, ¡Viva King Kong!" y "¡Sálvese quién pueda!". Aquello debió durar unos quince minutos, hasta que todos los asistentes al congreso comenzaron a aplaudir con la esperanza de que se marcharan. Al final la estratagema dio resultado y toda la comunidad internacional se fijó en adelante en los estudios del Profesor Van Dido. No le quepa duda de que lo que él hizo hemos tenido que hacerlo todos los científicos para alcanzar cierto prestigio.
En adelante el Profesor Van Dido tiene cada vez más éxito con sus investigaciones y es recibido oficialmente por Presidentes, Jefes de Estado, Líderes Religiosos y Asociaciones de Vecinos a lo largo de todo el planeta.
A mediados de 1971 el Profesor abandona la docencia para recorrer Europa en una serie de conferencias bajo el título "La Guerra Fría y su relación con la compra-venta de coches usados". Inicialmente este ciclo de conferencias tiene una duración prevista de tres años y visitas a diecisiete países, pero el propio Van Dido interrumpe esta gira tras afirmar haber encontrado las localizaciones exteriores perfectas para rodar un documental que lleva años pensando realizar. En los años siguientes lo único que se sabe de Van Dido es que está rodando en el más absoluto de los secretos.
Por fin en 1977 presenta en el Festival de Cine de Villacenteno su documental de producción propia titulado "El psicoanálisis y el ejercicio físico". Según los expertos en cine consultados, el supuesto documental no son más que fragmentos de una película pornográfica de 1943 titulada "Mrs. Brown and Superplumber" ("La señorita Brown y Superfontanero"), en la que los protagonistas mantienen largas discusiones acerca del supuesto origen divino de Sigmund Freud mientras ejecutan todo tipo de proezas sexuales. Lo que hizo realmente el Profesor durante los años en que afirma rodó su supuesto documental no hay forma de saberlo, aunque parece estar relacionado con una oscura condena por poligamia en la Riviera francesa. En cualquier caso el Profesor causa tal escándalo en Villacenteno que es declarado persona non-grata por la alcaldía y se dicta un bando ordenando su expulsión de la localidad.
De regreso a Chicago el Profesor emprende una campaña de recogida de firmas que piensa enviar al Congreso de los Estados Unidos para que emprenda acciones legales contra el pueblo de Villacenteno por secuestrar la única copia de su documental. Van Dido desiste cuando sólo logra recoger dos firmas, una de ellas falsa, y en adelante se lamentará amargamente en todas las entrevistas de lo que él califica como "una pérdida irreparable para la Ciencia y la Humanidad en general".
A partir de principios de la década de los ochenta el Profesor Van Dido vuelve a dar clases en la Charles Bronson University y allí permanece hasta la fecha. En 1992 consiguió la Cátedra Suprema Inamovible de Literatura Avícola Comparada, cátedra única en el mundo y cuyo valor principal es que su beneficiario no puede ser expulsado de la Universidad bajo ningún concepto, excepto por directo mandato de al menos tres Dioses distintos. Una vez conseguida la Cátedra el Profesor abandona sus obligaciones durante periodos de tiempo cada vez más largos y frecuentes para dedicarse, según afirma, "a mis importantes investigaciones y estudios de los que dejaré constancia a su debido tiempo en importantes publicaciones del sector".
