El 'monstruo de Amstetten' fue condenado por abusos sexuales, según 'The Times'
Vecinos y conocidos de Josef Fritzl le definen como un hombre autoritario y coqueto al que le gustaba flirtear con las mujeres
ELPAÍS.com / EFE - Madrid / Viena - 29/04/2008
Josef Fritzl, el electricista austriaco que encerró a una hija durante 24 años en un zulo bajo la casa familiar, donde la violó y donde ella dio a luz a siete chicos, fue condenado por abusos sexuales, según informa hoy el diario británico The Times, que añade que el jubilado, de 73 años, también fue condenado por un incendio provocado y que habría pasado un tiempo no especificado en prisión a finales de los años 60.
Un enigmático electricista con carácter dominante
Tres hijos del 'monstruo de Amstetten' no habían salido jamás de su encierro
Un zulo de 80 metros cuadrados. Elisabeth Fritzl ha pasado 24 años secuestrada y sufriendo los abusos de su padre. El 28 de agosto de 1984 éste la drogó, la ató y la encerró en el calabozo que había preparado en el sótano de su casa. En un espacio de 80 metros cuadrados ha vivido junto a dos de sus hijos, que presuntamente ha tenido de las relaciones mantenidas con su progenitor.- EFE
Por su parte, el diario sensacionalista vienés Kronenzeitung afirma este martes que el acusado tenía antecedentes penales por acoso sexual a un mujer (no emparentada con él), por lo que habría estado en la cárcel. Las autoridades rechazan confirmar estas informaciones alegando que los posibles delitos ya han prescrito. El rotativo vienés incluso publica una foto de Fritzl supuestamente tomada en 1982 durante un proceso judicial en un tribunal austriaco.
Entretanto, la sociedad austriaca sigue conmocionada por el espeluznante caso. Según recuerdan numerosos vecinos y conocidos de Fritzl, éste siempre trataba de estar bronceado, coqueteaba con las mujeres y llamaba la atención por el exagerado cuidado de su jardín, donde se descubrió el calabozo subterráneo, en el que su hija Elisabeth tuvo que malvivir durante 24 años. Allí nacieron siete hijos producto de las sistemáticas violaciones sufridas por la joven de parte de su padre.
Uno de los hijos murió poco después de nacer y fue incinerado por Fritzl, tres fueron educados como "nietos" y los otros tres permanecieron toda su vida, hasta hace pocos días, encerrados en el zulo de 60 metros cuadrados bajo la vivienda familiar.
"Trabajaba hasta altas horas de la noche en el jardín"
De acuerdo con los relatos de varios vecinos, Fritzl gobernaba "como un teniente general" en su casa, era muy celoso de su privacidad, lo que explicaría el motivo por el que al parecer nadie de su familia se dio cuenta de que mantenía encerrada a su hija en el escondite situado a tres metros bajo el jardín.
"No dejaba que su mujer Rosemarie hablara mucho tiempo con la gente, siempre insistía en que los miembros de su familia permanecieran en casa", ha recordado una anciana vecina, que durante años vivió en el edificio contiguo.
"Siempre nos llamó la atención que Fritzl trabajaba hasta altas horas de la noche en el jardín, pero nunca nos podíamos imaginar qué es lo que en realidad estaba haciendo", ha agregado Karina, una joven que vive en la misma calle. La chica conoce desde hace años a Lisa, una de las hijas-nietas de Fritzl, que vivía en la casa y a la que describe como "muy tranquila pero simpática".
Medios sensacionalistas austriacos publican hoy una foto de Fritzl bronceado y exultante en bañador tomada supuestamente en 1998 en una playa de Tailandia, donde habría estado dos semanas de vacaciones con un amigo. "Sí claro, eso sí lo sabíamos todos, le encantaba ir de vacaciones a Tailandia. Usted ya sabe a qué me refiero", ha manifestado otra vecina, en referencia al posible abuso sexual de menores en ese país asiático.
Gerda S., una ex compañera de trabajo de Fritzl, relata en el diario Österreich que éste siempre iba bien vestido, "parecía un diplomático" y que le encantaba coquetear con las mujeres. "Era una persona especialmente vanidosa, su corbata nunca estaba mal puesta y sus zapatos siempre relucientes", indica en declaraciones a ese diario, que ha enviado a una docena de reporteros a Amstetten para informar sobre el suceso. "Era un tipo muy apuesto. Todas las mujeres en la empresa estaban detrás de él", asegura Gerda.
Pero como se puede ser tan hijo de ****¡¡¡¡¡¡¡¡
