Cuando me hablas con el corazón no puedo evitar pensar en aurículas, ventrículosy válvulas.
Cuando me hablas de besos y abrazos no puedo evitar pensar en mi patito de goma Made in Hong Kong flotando en la bañera.
Cuando me hablas de tiempo pienso en aquel reloj que me regalaste por nuestro pimer aniversario (que no era de sol, precisamente).
Cuando me hablas de hijos pienso en fotodopias de genes, en ganglios hinchados y en pañals de usar y tirar.
Cuando me hablas de prisa pienso en mi taxi, en esa usuaria con ojeras que siempre llega tarde al trabajo.
Cuando piensas en verde yo me vuelvo daltónico.
Cuando me hablas de proyectos pienso en la última voluntad del condenado a muerte, en el último cigarro y en la comida copiosa.
Y tanto pienso en lo que dices, y tanto dices lo que pienso, que al fin puedo pensar en decirte que he dejado de pensar en ti; que ahora mi cabeza está ocupada en otros sudokus más sencillos que resolver.
¿Me estaré haciendo mayor o cada vez más pequeño?
Daniel DíazLo leí, me gustó y os lo dejo
