Que los
PIES te lleven por el camino más largo hacia la felicidad, porque la felicidad son solo puntos en el mapa de la vida, y el verdadero disfrute está en buscarlos.
Que los
OJOS reconozcan la diferencia entre un colibrí y el vuelo que lo sostiene. Aunque se detenga seguirá siendo un colibrí, y es conveniente que lo sepas.
Que las
MANOS se tiendan generosas en el dar y agradecidas en el recibir, y que su gesto más frecuente sea la caricia para reconfortar a los que te rodean.
Que el
OIDO sea tan fiel a la hora del reproche, como debe serlo a la hora del halago, para que puedas mantener el equilibrio en cualquier circunstancia.
Que las
RODILLAS te sostengan con firmeza a la altura de tus sueños.
Que la
ESPALDA sea tu mejor soporte y no la carga más pesada.
Que la
BOCA refleje la sonrisa que hay adentro, para que sea una ventana del alma y no la vidriera de los dientes, para que te comuniques con sabiduría y entendimiento.
Que los
DIENTES te sirvan para aprovechar mejor el alimento, y no para conseguir la tajada más grande en desmedro de los otros.
Que la
LENGUA encuentre las palabras más precisas para expresarte sin que te malinterpreten.
Que las
UÑAS crezcan lo suficiente para protegerte, y sin lastimar a nadie aun en la caricia.
Que la
PIEL sea un puente y no una valla.
Que al
TACTO emanes energía espiritual de sanidad.
Que el
PELO le dé abrigo a tus ideas, adornando pensamientos de prosperidad.
Que los
BRAZOS sean la cuna de los abrazos y la fuerza para apoyar al herido y el apoyo para levantar al caído.
Que el
CORAZÓN en su
LATIR toque música amorosa y llegue al
Cosmos vibrando sentimientos de
PAZ....
Gentileza, Emy (Monterrey – México)