No estoy de acuerdo contigo. El problema de la informacion no es no exista, todo lo contrario: hay un exceso de informacion el problema es como se emplea. No creo k la culpa sea d los padres o los educadores. Creo k se trata mas bien d un problema de la sociedad, me explico:
Los chicos son como esponjas, todo lo k ven u oyen lo absorven, y a dia d hoy vivimos en una sociedad k destila sexo por todas partes, y no hay mas ke encender la television en horario normal para darnos cuenta d la carga sexual d la publicidad, los programas k se emiten y demas. Por otra parte en los colegios no se afronta el tema de la educacion sexual con un criterio adecuado, a mi parecer. Cuando yo iba al instituto vino una sexologa a darnos una "clase" y sinceramente no me dijo nada nuevo, tomar precauciones, no os arriesgueis, embarazos en adolescentes.... y ya! Y no creo k eso sea suficiente. El problema es k el despertar sexual entre otras cosas ha bajado su liston de edad, cuando yo tnia 14 años poco mas k pensaba en playmobil y micromachines (nunca fui d muñecas jejeje

), y ahora los adolescentes con 14 estan deseando k llegue el finde para morrear en la discoteca, eso logicamente deriva en k luego buscan otras cosas. Hay que cambiar el chip, asumir q una niñ a de 13 años no se keda embarazada (no generalizo, me refiero a en algunos casos) porque no conozca el riesgo, y k la avalancha de informacion k nos rodea sobre este aspecto tiene k moderarse. Porque tan grave veo k una cria de 13 se kede embarazada como k una de 16 vaya con bastante asiduidad a planificacion familiar a por una pildora del dia despues. Ellos conocen el riesgo, no son tontos, el problema es k cruzan la linea y lo k hay k preguntarse es porq y cuando lo sepamos esto dejara d ser un problema.
Me parece bien que no compartas mi punto de vista, pero que no te quepa duda de que una buena formación puede evitar muchos problemas posteriores.
En la sociedad actual los chicos están indiscriminadamente expuestos a las manifestaciones que sobre sexualidad se realizan, tanto en la calle como en los medios de comunicación y teniendo en cuenta que ellos aprenden imitando lo que ven, es muy necesaria la vigilancia y enseñanza de los padres. Las malas interferencias en el desarrollo de su sexualidad solo pueden ser evitadas desde la familia y los educadores.
Es conveniente vigilar el entorno y las actividades de los hijos y mantener un canal abierto de comunicación, pues la proporción de jóvenes que inician cada vez antes relaciones sexuales va en aumento, pero la capacidad para evitar el embarazo no acompaña a este comportamiento y tampoco asumen responsabilidades propias de esa etapa de su vida.
La cuestión es que algunas leyes que se hacen pensando en situaciones puntuales (ley del aborto), se convierten, por mor de gente sin escrúpulos y gobiernos permisivos, en la panacea para muchos de estos jóvenes (y no tan jóvenes), que encuentran allí la “solución” a sus problemas.