Foro Oficial de PETERPAULXXX.COM
22 de Julio 2025, 01:27:44 *
Bienvenido(a), Visitante. Por favor, ingresa o regístrate.

Ingresar con nombre de usuario, contraseña y duración de la sesión
 
   Inicio   Ayuda Calendario Ingresar Registrarse  
Páginas: 1 |   Ir Abajo
  Imprimir  
Autor Tema: JACQUELINE ESS: SU VOLUNTAD Y TESTAMENTO (fragmento)  (Leído 936 veces)
hibikime
Novat@
*

Karma : 9
Sexo: Masculino
Mensajes: 27


Zi lo q zoy e lo q tngo y lo pierdo tnz kien zoy?


WWW
« : 12 de Marzo 2008, 19:17:32 »

    -¡Dios mío "pensó ella", esto no puede ser vivir! Siempre igual: tedio, estrés y frustración.






    -Jesucristo "rezó", sácame de aquí, libérame, crucifícame si es necesario, pero líbrame de mis sufrimientos.-






    En lugar de recibir su bendición eutanásica, tuvo que coger, un día gris de finales de marzo, una cuchilla de la máquina de Ben. Se encerró en el cuarto de baño y se cortó las muñecas.






    Por detrás de los latidos que le resonaban en los oídos, oyó débilmente a Ben que le hablaba al otro lado de la puerta del cuarto de baño.






    "¿Estás ahí dentro, querida?






    "Vete "creyó decirle.






    "He vuelto pronto, cariño. Había poco tráfico.






    "Vete, por favor.






    El esfuerzo de intentar hablar la hizo resbalar de la taza del retrete y caer sobre las baldosas blancas del suelo, donde ya se enfriaban los charcos que su sangre había formado.






    "¿Querida?






    "Vete.






    "Querida.






    "Largo.






    "¿Te encuentras bien?






    -Se puso a forcejear con la puerta aquella rata. ¿No se daba cuenta de que ni podía ni quería abrirla?-






    "Contéstame, Jackie.






.. .. .. .. .. .. .. .. .. ...






    Echó la puerta abajo.






    Levantó la vista hacia él mirándolo a través de un aire tan espeso de muerte que se podría haber cortado con un cuchillo.






    "Demasiado tarde "creyó decir. Pero no lo era.






    -Dios mío "pensó", esto no puede ser el suicidio. No he muerto.-






    El doctor que Ben había contratado para ella era demasiado benevolente. Lo mejor, le prometió; sólo lo mejor para mi Jackie.






    "No tiene nada que no podamos solucionar con un pequeño remedio "la tranquilizó el médico.






    -¿Por qué no lo revela de una vez? "pensó". Le importa un comino. No sabe lo que me ocurre.-






    "Trato con muchos problemas femeninos de éstos "le confesó, destilando una compasión estudiada por todos los poros". Adquiere proporciones de epidemia a partir de cierta edad.






    Ella apenas tenía treinta años. ¿Qué le estaba contando? ¿Que era una menopáusica prematura?






    "Depresión, abstinencia total o parcial, neurosis de todo tipo y calibre. No es la única, créame.






    -Oh, sí lo soy. Estoy aquí en mi cabeza, sola, y tú no puedes saber lo que ocurre en ella.-






    "La curaremos en un dos por tres.






    -¿Soy como un cordero, no es eso? ¿Se cree que soy un cordero?- Musitando, él echó una ojeada a sus títulos enmarcados, a sus uñas arregladas y a los bolígrafos y el cuaderno de notas que tenía sobre la mesa del despacho. Pero no miró a Jacqueline. Miró a todas partes salvo a Jacqueline.






    "Sé "decía ahora" por lo que ha pasado, y ha sido traumático. Las mujeres tienen ciertas necesidades. Si no son satisfechas....






    ¿Qué iba a saber de las necesidades femeninas?






    -No eres una mujer-, creyó pensar.






    "¿Qué?






    ¿Había hablado? Sacudió la cabeza en señal de que no. Él prosiguió, encontrando otra vez el hilo:






    "No la voy a someter a interminables sesiones de terapia. No es eso lo que quiere, ¿verdad? Quiere un poco de tranquilidad, y algo que la ayude a dormir de noche.






    La estaba empezando a irritar lo indecible. Su actitud condescendiente era tan profunda que no tenía fondo. Jugaba a ser el padre que todo lo sabe y todo lo ve. Como si poseyera alguna maravillosa capacidad de intuir la naturaleza de un alma femenina.






    "Claro que he probado los cursos de terapia con los pacientes, hace años. Pero entre usted y yo...






    Le dio una leve palmada en la mano. La palma del padre sobre el dorso de su mano. Se suponía que debía sentirse adulada, tranquilizada, a lo mejor incluso seducida.






    "... entre usted y yo, es pura verborrea. Una verborrea tediosa. Francamente, ¿para qué sirve? Todos tenemos problemas y no se pueden superar hablando, ¿verdad?






    -No eres una mujer. No tienes el aspecto de una mujer, no sientes como una mujer...-






    "¿Ha dicho algo?






    Negó con la cabeza.






    "Creí que sí. Por favor, no tenga reparos en mostrarse sincera conmigo.






    Ella no contestó, y el doctor pareció cansarse de hacer ver que entre ellos había algo de intimidad. Se levantó y fue hacia la ventana.






    "Pienso en qué es mejor para usted...






    Se quedó de pie contra la luz, dejando la habitación a oscuras, . . . Era todo un hombre, como habría dicho Ben. No era de los que aguantan a los chicos. Un cuerpo como aquél estaba hecho para recomponer el mundo. Y si no podía con el mundo, tendría que conformarse con los cerebros.






    "Pienso en qué es mejor para usted...






    ¿Qué sabía él, con esos labios y esos hombros? Era demasiado hombre para comprender algo de ella.






    "Creo que lo mejor para usted sería un tratamiento a base de sedantes...






    Ahora posó ella los ojos sobre la cintura del doctor.






    "... y unas vacaciones.






    Su espíritu se concentró en el cuerpo que había detrás del barniz de los vestidos. En el músculo, el hueso y la sangre que había debajo de la piel elástica. Se lo imaginó desde todos los ángulos, midiéndolo, calculando su capacidad de resistencia y, finalmente, enfocándolo de frente. Pensó:






    -Sé una mujer.-






    Nada más ocurrírsele esa extravagante idea, empezó a convertirse en realidad. Lamentablemente, no fue una transformación de cuento de hadas; la carne del hombre se resistía a ese tipo de magia. Ella deseó que su pecho masculino diera lugar a dos mamas, y empezó a hincharse de una manera encantadora, hasta que la piel cedió y se le desprendió el esternón. Su pelvis, estirada y a punto de estallar, se rasgó por el centro; desequilibrado, se derrumbó sobre su despacho y la contempló con la cara amarilla por la conmoción. Se chupaba los labios sin parar, a fin de encontrar algo de humedad que le permitiera hablar. Tenía la boca seca y las palabras se le morían antes de nacer. Todo el ruido procedía ahora de entre sus piernas: el chorreo de la sangre y el golpe sordo del intestino al caer sobre la alfombra.






.. .. .. .. .. .. .. ...






    -¡Dios mío! "pensó". Esto no puede ser un asesinato. Ni siquiera lo he tocado.-






    Jacqueline guardó secreto acerca de lo que había hecho aquella tarde. No tenía ningún sentido provocarle insomnios a nadie obligándole a pensar en un talento tan peculiar.






    La policía fue muy amable. Buscó muchas explicaciones para justificar la súbita muerte del doctor Blandish, aunque ninguna de ellas daba cuenta de que su pecho se hubiera levantado de una manera tan extraordinaria, convirtiendo sus pectorales en dos hermosas (aunque peludas) cúpulas.






    Se dio por hecho que algún psicópata desconocido había irrumpido en la habitación en un acceso de locura, cometió el desaguisado con manos, martillos y sierras y salió, encerrando a la inocente Jacqueline Ess en un mutismo aterrado del que ningún interrogatorio logró arrancarla.






    Una o varias personas desconocidas habían despachado según toda evidencia al doctor a un lugar en el que ni los sedantes ni las terapias podrían servirle de ayuda.






    Jacqueline olvidó el episodio casi por completo durante algún tiempo. Pero con el paso de los meses, se apoderó gradualmente de ella, como si fuera el recuerdo de un adulterio mantenido en secreto. La idea del placer prohibido la excitaba. Se olvidó de las náuseas que sintió y recordó el poder. Olvidó lo sórdida que fue su actuación y recordó la fuerza. Olvidó la sensación de culpabilidad que se apoderó luego de ella y deseó volver a hacerlo con toda su alma.






    Sólo que mejor.






    "Jacqueline.






    -¿Es mi marido quien me llama por mi nombre completo? "pensó" - Normalmente era Jackie, Jack o nada en absoluto.






    "Jacqueline.






    La miraba con sus grandes ojos azules de niño, como el colegial del que se había enamorado a primera vista. Pero ahora tenía la boca más dura, y sus besos sabían a pan rancio.






    "Jacqueline.






    "Sí.






    "Hay algo de lo que quiero hablarte.






... ... ... ... ... ... ... ... ...






    "Querida, me he apartado un poco del buen camino...






    "¿Qué quieres decir? "inquirió.






    -¿De verdad, de verdad, bastardo?-, pensó.






    "Fue cuando no estabas en tus cabales. ¿Sabes? Cuando las cosas habían dejado de funcionar más o menos entre los dos. Habitaciones separadas... Tú quisiste habitaciones separadas... y me volví loco de frustración. No quería molestarte, así que no dije nada. Pero no tiene sentido que intente vivir dos vidas.






    "Puedes tener una aventura si lo deseas, Ben.






    "No es una aventura, Jackie. La amo...






  ......................






    "... No se parece en nada a ti, Jackie. Es frívola a su manera. Supongo que te parecería superficial.






    -Tal vez sea mejor interrumpirlo ahora, antes de que se haga un lío, como de costumbre.-






    "No es caprichosa como tú. Es sólo una mujer normal, ¿sabes? No quiero decir que tú no seas normal: no puedes evitar tener depresiones. Pero ella no es tan sensible...






    "No hace falta, Ben...






    "¡No, narices! Quiero sacármelo del pecho.






    -Y echármelo encima-, pensó ella.






    "Nunca me has dejado que me explique "decía", siempre me echas una de tus malditas miradas, como si quisieras que yo...






    -Me muriera.- (penso)






    "... me callara.






    Callarse.






    "¡No te importa cómo me siento! "ahora gritaba". Siempre encerrada en tu pequeño mundo.






    -Cállate-, pensó.






    Tenía la boca abierta. Ella pareció desear que se cerrara, y al tener esa idea sus mandíbulas se cerraron en seco, cortándole la punta de la lengua rosa. Se le cayó de los labios y se alojó en una arruga de su camisa.






    -Cállate-, volvió a pensar.






    Las dos legiones perfectas de dientes se enterraron una dentro de otra, rasgándose y abriéndose en canal; los nervios, el calcio y la saliva dejaron caer una espuma rosada sobre su barbilla a medida que la boca se le resbalaba hacia delante.






    -Cállate-, seguía pensando, mientras sus ojos azules y asustados de bebé volvían a entrar en su cráneo y la nariz se deslizaba en dirección al cerebro.






    Ya no era Ben; era un hombre con la cabeza de un lagarto rojo, que se aplastaba, se encerraba en sí misma y, gracias a Dios, ya nunca más podría pronunciar discursos.






    Ahora que le había cogido el tranquillo, empezó a demorarse en los cambios que deseaba provocar en su marido.






    Lo tiró al suelo de un papirotazo y empezó a comprimir sus piernas y brazos, encastrando la carne y el resistente hueso en un espacio cada vez más reducido.






..................................






    Cuando salió de su éxtasis vio a Ben sentado en el suelo, encerrado en un espacio del tamaño aproximado de una de sus bonitas maletas de cuero, mientras la sangre, la bilis y el líquido linfático manaban débilmente de su cuerpo mudo.






    -¡Dios mío "pensó", ése no puede ser mi marido! Nunca ha sido así de pequeño.-






    Esta vez no esperó que la ayudasen. Comprendió la gravedad de lo que había hecho (supuso, incluso, cómo lo había hecho) y asumió el crimen porque era de justicia que actuara así. Hizo las maletas y se fue de casa.






    -Estoy viva "pensó". Por primera vez en toda mi miserable vida me siento viva.-






.....................................



completo: http://www.4shared.com/file/24322183/e1dff9db/Jacqueline.html

En línea

Dejkubri 1 Forma d enañar ami memoria para no rekordar
Abrir mij alaz blankaj tranzparentej y elevarme como nieve en la corriente termal
Páginas: 1 |   Ir Arriba
  Imprimir  
 
Ir a:  

Impulsado por MySQL Impulsado por PHP Powered by SMF 1.1.13 | SMF © 2006-2011, Simple Machines LLC XHTML 1.0 válido! CSS válido!
Página creada en 1.108 segundos con 17 consultas.