DESOLACIÓN... 
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Desolación...una tristeza profunda es lo que se siente cuando después de miles y miles de muertos, muchos de ellos sin identificar víctimas de un grupo desalmado de genocidas apàtridas y aberrados, nos damos cuenta de que la
retórica de hermandad latinoamericana que se predica entre países hermanos no es mas que una falacia que se acomoda de acuerdo con la capacidad de compra de un titiritero demente, armado y adinerado gracias al hambre de su pueblo sometido.
Desolación, cuando los hermanos latinoamericanos protegen, patrocinan, promueven el accionar de quienes son una vergüenza para la naturaleza humana.
Desolación, por el abandono absoluto del respeto a la dignidad de un mandatario que con todo y sus errores, ES NUESTRO mandatario y ha tenido la fortuna de unir a amigos y a otros que no lo son tanto, en pos de la defensa de un pueblo mancillado por más de 40 dolorosos años.
Desolación, porque la dignidad de los países supuestamente amigos vale lo que un desequilibrado mental, patrocinador del terrorismo y hoy cabeza visible del hampa mas ruín conocida por la historia de la humanidad, aporte a sus campañas.
Desolación, al percibir el desvergonzado oportunismo de quienes venden sus ideales por un barril de petróleo, un fusil, o un bolívar.
Hoy, siento desolación y vergüenza, repulsión y desencanto por quienes nos llamaron hermanos mientras se aliaban en la sombra con los enemigos de la humanidad, para atacarnos por la espalda.
Para que nos sirve tanto hablar del perdón si en la primera oportunidad mancillamos el nombre del Creador sirviendo como testigos y promotores de quienes asesinan a los campesinos en Colombia y envenenan a los jóvenes de todo el mundo con las drogas que tantos bolívares les producen?
Pero pasará la tempestad y podremos reconocer a nuestros verdaderos amigos y hermanos... por lo pronto los aliados y oportunistas del terror solo pueden producir Desolación, repugnancia y una terrible sensación de tristeza.
Jorge López (Armenia – Colombia)
