Entra un hombre joven y apuesto a una farmacia, donde le atiende una mujer madura:
-Señora, tengo un problema serio, sufro de erección permanente, ¿Qué me puede ofrecer?
La señora guarda silencio por un tiempo con los ojos muy abiertos y le dice:
- Pues tengo esta farmacia en propiedad, un piso y una casita en la playa, joíoooooooooo.
