ESto lo he visto en otro foro y me lo agenciado....

a ver que os parece.....no se si ponerlo aqui o en chistes.....

En las películas XXX profesionales, a las mujeres parece encantarles todo lo que un hombre les haga, así sea morderles como Doberman cada centímetro del cuerpo o amasarlas y darles tantas vueltas que harían palidecer de envidia a un pizzero. En la vida real, esto no es así. Pregunta y aprende, pero no de actrices profesionales. Y recuerda que no todo lo que ves en películas o videos es absolutamente verídico.
No iniciar con besos.
Evadir los labios de la mujer y lanzarse directamente a las zonas erógenas nos hace sentir como si nos hubieran contratado para hacer el amor. Para muchas de nosotras, un beso apasionado es la máxima expresión de un buen preludio sexual. Sobre todo si fué preparado con un previo enjuague bucal.
Una tormenta en el oido.
Por lo que he oido, parece ser que en primaria algunos chicos escucharon decir a algún compañerito que a las niñas les encanta que les soplen en el oido. Bueno, hay una enorme diferencia entre una suave y erótica brisa masculina en el oído de una chica caliente, y una tormenta causada por el Lobo Feroz intentado tirar la puerta de la casa de los tres cerditos.
Olvidarse de la Gillette.
Si crees que estar con un puercoespín en la cama es algo agradable, estás muy equivocado. Y tener entre las piernas a un hombre que se olvida de rasurarse es como creer que a una mujer la puedes estimular con un papel de lija.
Apretones de senos.
Cuando tomes el delicado seno de una mujer en tus manos, please, no actúes como una ama de casa en el super probando melones. Oprímelo firmemente pero con suavidad, acarícialo,masajéalo y las cosas irán mejor.
Mordeduras y pellizcos en los pezones.
¿Quién le dijo a los hombres que morderle con fuerza el pezón a una es algo estimulante? ¿Te gustaría que te mordieran un testículo? Y digo mordidas, no esas caricias que un hombre hábil puede hacer con los dientes y lengua sobre un pezón erecto, eso es algo delicioso. No, me refiero a esas mordidas que pareciera que quieren desinflar una pelota de futból en un tris. Si quieres morder algo, trata de quitarle su hueso a un perro. Y no juguetees tanto con los pezones entre tu índice y pulgar tratando de sintonizar solo Dios sabe qué dial en la radio. Céntrate a todo el seno, no solo en los puntos exclamativos.
Olvidarse de la ducha.
Un cierto aroma viril, sobre todo en la zona testicular, es algo que a casi todas las mujeres nos excita, y en gran medida, es lo que muchos llaman "química". Pero hay química y química, cuando un varón deja de lado su aseo personal o no le da la importancia que reviste, es probable que su aroma sea no tan agradable para su compañera de cama, sobre todo cuando es un aroma digno de la refinería de Cepsa, lo que terminará por arruinar la sesión... si es que llega a darse tal sesión. Existen duchas con agua, jabon, lociones y desodorantes ¿no?
Ignorar otras partes del cuerpo femenino.
Una mujer es algo más que una autopista con tres carriles de salida: Teta al Oeste, Teta al Este y Túnel en el Centro. Por si no lo sabías, hay vastas áreas en el cuerpo de una mujer que son ignoradas tan frecuentemente, que parece ya una manía por atender solo a los pechos y a la vagina. En mi caso, los glúteos o nalgas son una de mis zonas más erógenas, así como la cara interna de las rodillas y la parte de atrás de los muslos y otras muchas que todas la mujer tiene repartidas por todo el cuerpo, y al decir todo el cuerpo me refiero exactamente a eso: al cuerpo desde la punta del pie hasta el tope de la cabeza.
Desnudar torpemente.
La destreza manual se le escapa a veces al hombre más cachondo, y aún más cuando quiere repetir lo que probablemente vio en una película de Hollywood. No, ni Supermán vuela ni la ropa se cae sola; hay que buscar con destreza los los botones de las blusas y los corchetes de los sujetadores. Si no los encuentras, es mejor nos lo digas para que nosotras te ahorremos el trabajo... y la vergüenza.
Un regalito no deseado.
Los condones son responsabilidad masculina. Cómpralos, llévalos y échalos a la basura después de usarlos. No nos encargues a nosotras esos trabajitos. El tener que ponerte a veces el condón en medio del acto sexual es ya suficiente exigencia para nosotras.
El ataque al clítoris.
La presión directa no es muy agradable que digamos, muchas preferimos una rotación gentil de los dedos al lado del clítoris que es una de las cositas más sensiblesque tenemos nosotras las mujeres.
Acción por episodios.
Las mujeres, a diferencia de los varones, no recomenzamos donde las cosas se quedaron; si detienes la acción una vez iniciada, tendrás que regresar al punto de partida inexorablemente. Si ves que ella no ha acabado, continúa pase lo que pase, con quijada, lengua o cadera entumecida, pero NO TE DETENGAS.
Desvestida a medias.
A ninguna mujer le gusta sentirse estúpida, y vaya que se siente una estúpida cuando nos intentan quitar un sueter o camiseta y se quedan atoradas en la cabeza pareciéndose una a una cebolla. Desviste a la mujer como si fuera un elegante regalo de bodas, no como un niñito rompiendo la envoltura de sus regalos de Navidad.
El bordecito áspero.
Que acaricies a una mujer a través de su tanga o panti puede ser muy sexy, incluso que juegues a ladear un poco la prenda. Pero tirar de la tela con demasiado entusiasmo y dejarla amarrada a los muslos es otra cosa.
Obsesión Vaginal.
A pesar de que los hombres normalmente no necesitan de mapas para encontrar el clitoris, aún hay muchos que creen que ahí esta el secreto de todo. Y si crees que una mujer es algo así como una bola de boliche, estás bastante perdidito. Eso viene mucho más tarde y gentilmente, sin lastimar y con mucho cuidado. Mejor intenta un paso cada vez, prestando atención a los labios vaginales, a las ingles y a la parte entre la vulva y el culito.
El Masaje de Sade.
Si lo que deseas es relajar a tu compañera de juegos, usa las manos y la punta de los dedos; olvídate de los codos y las rodillas como instrumentos de masaje.
Apresurar la desvestida.
No fuerces las cosas, intentado desnudar a la mujer antes de que ella te de una clara señal de que eso es lo que desea.
Quitarse los pantalones antes de tiempo.
La vista de un hombre en calcetines y boxers no es exactamente lo más sexy del mundo. Quítate los calcetines, muchas te lo agradeceremos.
Alta velocidad.
Cuando llegues a la afortunada situación de meter tu pene dentro de una vagina, lo peor que puedes hacer es comenzar a taladrar como si estuvieras repavimentando la calle de tu casa. Comienza con movimientos lentos, firmes y a tramos regulares, y de ahí, ve aumentando poco a poco el ritmo y el empuje.
Los huesitos.
Si eres muy delgado y pones tus huesos triangulares de la cadera sobre los muslos o estómago, el dolor y molestia equivalen a una jornada larga a caballo... sin silla de montar. Nada agradable.
Acabar muy pronto.
No ignoro que este es probablemente el temor más grande de los hombres. Y con razón. Si por algún motivo descargas en la mujer antes de que ella acabe, más vale que tengas preparada una buena ruta alternativa para asegurarte de que ella goce también. Somos más tardaditas, pero una vez encarriladas, no nos gusta quedarnos a medio camino sin llegar a la estación.
Acabar muy tarde.
Muchos hombres llaman aguante a no poder venirse durante más de una hora; el aguante viril para muchas mujeres es otra cosa: el poder de restablecer una erección cuando es necesitada. Si eres uno de esos hombres maratónicos, conviene que te compres unas lindas litografías para ponerlas en el techo, para que tu pareja tenga en que entretenerse mientras acabas.
Pedir que ella orgasme.
Si no sabes reconocer cuando una mujer tiene un orgasmo, realmente es tu problema, no de ella. No andes pregunta que te pregunta, solo la presionas con ello y la haces sentirse mal.
Hacer sexo oral imperceptible.
No eres un gato gigante ante un plato de leche. Usa todos los recursos al alcance de tu boca - y dedos - para estimular el clítoris. Un buen truco que mi amante me enseñó: Traza con tu lengua, sobre el clítoris de tu chica, el abecedario completo... del inglés ...la "w" es maravillosa.
El sube y baja de la cabeza.
Los varones insisten en hacer esto como si quisieran atravesarle a su pareja la nuca con el miembro. A todas nos "jode" esto, aunque lo hayas visto en ciertas películas porno. Esto está más arriba en la lista negra que tomar a una mujer por el cabello para arrastrarla a tu cueva. Sedúcela y persuádela para que te haga sexo oral con el mayor ritmo y profundidad que ella pueda, sin obligarla. No todas las mujeres son expertas en "Garganta profunda".
No avisar cuando te vienes.
El semen sabe a algo así como a marisquitos remojados en agua de mar. No a todas les gusta ese sabor, aunque a algunas sí nos gusta, pero aún así, éstesabor varía de hombre a hombre. Mientras no estés absolutamente seguro de que tu compañera desea recibir tu fluido viril en su boca, vagina u otro lugar, ten la gentileza de avisarle para que ella pueda tomar las medidas que considere apropiadas.
Moviéndose durante la fellatio.
Fellatio es el nombre elegante que se le da al sexo oral practicado por una mujer a un miembro viril. No empujes ni uses tu erección como jabalina, déjanos a nosotras hacer el trabajito. Y por favor, NO nos tomes de la cabeza.
Hacerla montar por horas.
Pedirle que se suba puede ser sexy para una mujer; que lo haga por horas no lo es. Y no te quedes ahí nada más desparramado con las piernas abiertas; acaríciale las caderas, las nalgas, el contorno del cuerpo, los senos, el cuello, en fin, hazla sentir bien. Y por amor de Dios, déjala descansar mientras tú vuelves a tomar la iniciativa o ayudala un poco levantado y bajando su cuerpo con tus muslos.
Intentar la penetración anal sin permiso.
Lo único peor que esto es no solo intentarlo, sino querer ver la cara de boba que se le queda a la chica pretextando que "fue un accidente". Si los hombres que actúan así manejaran autos como follan, no tendriamos problemas de sobrepoblación.
Tomar fotos o videos.
Cuando una chica o su esposo dicen: "¿Puedo tomar fotos o video?" significa "Queremos un bonito recuerdo"; cuando un varón soltero lo dice, la chica sabe que falta una frase: "...para presumir con mis amigos". Si deseas hacerlo, permite que ella sea la custodia del material. Ella es, en nuestra cultura, la que más tiene que perder.
Ser poco creativo.
La imaginación es probablemente la herramienta sexual más poderosa con la que un hombre pueda contar. Olvídate del tamaño del pene, la forma en que lo mueves o que tan acrobático o musculoso seas; si no tienes imaginación, tu calificación no pasará de un 7. Si tienes imaginación, un 11 sería poco para tí.
Cachetear tu panza contra ella.
Es difícil que exista un sonido menos erótico. Es tan sexual como un concurso de eructos.
Buscándole la próstata.
Lee esto cuidadosamente, por favor: La estimulación anal arriba y abajo es excitante para el hombre porque tiene próstata; pero nosotras no la tenemos. El sexo anal es fuente de placer para muchas de nosotras pero por diferentes razones. Si tenemos en cambio el punto G.
La chupada de drácula.
Es algo altamente erótico el practicar suaves y delicadas succiones en el cuello, las piernas o las ingles, si lo haces con cuidado. Pero a ninguna nos gusta andar con moretones como si nos hubiese raptado Drácula.
Hitler en la cama.
No te pongas a gritar instrucciones sexuales a tu compañera; la cama o sillón trasero del auto o sofá o lo que sea, no es un campo de concentración.
Lenguaje obsceno no solicitado.
No a todas las chicas les gusta el sonido del lenguaje obsceno, y seguro que, a ninguna le gusta cuando éste esta fuera de lugar o en ocasiones inapropiadas. Antes de comenzar a hablar de esta manera, espera a que ella te deje saber qué es lo que le gusta.
No darle importancia a su placer.
Si estás tan metido en darte placer a ti mismo o en llegar a tu orgasmo, es probable que te olvides del suyo. Si pones el placer de ella antes que el tuyo, ella seguramente te lo retribuirá.
Aplastando a la dama.
Por lo general, los hombres pesan más que las mujeres, así que si estando tú encima de ella ves que en lugar de experimentar un orgasmo se comienza a poner morada, bájate y cambia de posición.
Darle las gracias.
Nunca le des las gracias a una mujer por haber tenido relaciones sexuales contigo; es algo demasiado importante; agradece que te den un poco de sopa o un café, pero nunca una sesión de buen sexo. Demuestra tu agradecimiento alabando sus facultades eróticas de una manera no soez ni obscena; ni a las chicas que les excita el lenguaje obsceno a la hora del sexo, encuentran agradable que se les hable así una vez que éste terminó.