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« : 8 de Noviembre 2007, 18:48:03 » |
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El caso del «fingergate» provoca una fuerte polémica sobre el conocido «reality» en Sudáfrica.
© Miguel Mielgo - JM Noticias
Un nuevo escándalo coloca «Big Brother», el padre de todos los «realities», en el punto de mira de todas las críticas. Esta vez sucedió en la versión africana del programa que se emite en Sudáfrica. Las cámaras del canal M-Net captaron y emitieron en directo lo que ante la ley se considera una violación en toda regla. Lo grotesco del caso, conocido como el «Fingergate», es que el autor de la violación continúa en la casa porque los telespectadores le han votado para que se quede.
Todo ocurrió en la noche del sábado 27 de Octubre. Los participantes, que compiten por un premio de 100.000 dólares, habían bebido demasiado porque los responsables del programa les facilitaron una cantidad elevada de bebidas alcohólicas.
Dos de las concursantes, la nigeriana Ofunneka Malokwu y la angoleña Tatiana, bebieron tanto que al final cayeron inconscientes sobre la cama de una de las habitaciones de la casa. Poco después, y mientras las dos chicas «dormían la mona», entró en la habitación el tanzano de 24 años Richard Bezuidenhout que, aunque también estaba bajo los efectos del alcohol, comenzó a desnudar a Ofunneka y llegó a abusar de ella introduciendo un dedo en su vagina.
Sentado y oliéndose el dedo.
Aunque todo el mundo podía ver lo que estaba sucediendo, ninguno de los responsables del programa intervino para evitarlo. Fue otra de las participantes la que, entrando en la habitación, hizo que Richard bajara de la cama y se fuera hasta un sofá donde, con cara triste, se sentó oliendo el dedo que acababa de utilizar.
En ese momento y no antes, los responsables del programa decidieron cortar la emisión cambiando a otra cámara, mientras un equipo médico entraba en la casa para atender a Ofunneka. Después llevaron a Richard a lo que llaman el «confesionario» de la casa, y lo dejaron allí encerrado.
¿Quería ella o no?
Lo sucedido, que fue visto por millones de espectadores en varios países, ha levantado una fuerte polémica en todo el continente africano. Mientras algunos defienden a Richard y dicen que Ofunneka «quería» y que hubo consentimiento, la mayoría condena el acto y acusa a los responsables del programa de haberlo permitido.
«En este país tenemos una frecuencia demasiado alta de actos de violencia sexual y abusos de mujeres. No se puede aceptar que un medio tan poderoso como la televisión incite a este tipo de comportamientos, corrompiendo así la mentalidad de los jóvenes», dijo Vincent Moaga, portavoz de la Comisión Sudafricana de Derechos Humanos, al diario The Namibian.
Los seguidores del programa no no parece que estén de acuerdo con los que condenan lo sucedido y, con sus votos, han evitado que Richard saliera de la casa. Además, el tanzano ha pasado a ser el favorito y se perfila como el ganador porque ha quedado finalista junto con las dos chicas: Tatiana y Ofunneka.
Por otra parte Ofunneka dice que no tiene ninguna queja y asegura que no recuerda nada de lo que pasó aquella noche. Y por si fuera poco el lío que se traen entre los tres, resulta que Richard y Tatiana se han hecho «novios», a pesar de que el tanzano tiene esposa e hijos en la vida real fuera de la casa.
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