Con mis manos grandes
Me decían que grande eran mis manos
más así son desde que las recuerdo,
así eran cuando estudiaba,
quizás un poco torpes, pues
nunca música consiguieron hacer,
pero buena maña si se dan, y con lápices y pinceles
hábiles pues fueron cuando los usaban.
A veces toscas y encallecidas
otras suaves y finas
según el trabajo al que se dedicasen
pues unas veces eran de albañil
carpintero, amigo, o niñero
y otras de pura labor de oficina,
pero sabes que? Siempre currantes
Ellas daban la bienvenida a mi casa a quién nos visitaba
A veces impresionaban, más nunca decepcionaron
Con ellas acuné a mis hijas de recién nacidas
aunque grandes y toscas, eran suaves
y delicadas con ellas, a diario las cambiaba y vestía
y tantas noches, la vez de cuna le hicieron
que siempre las recuerdo en mis manos a esa corta edad
Con mis manos grandes confortaba a mi padre
horas antes de su muerte,
él las tenía aún mayores y fuertes
(que buenas hostias daba con ellas)
pero que honradas y cariñosas eran,
y cuando se fue mi madre fueron ellas, las mías
que la consolaron aquella fea tarde, que se trocó en negra noche
Cuando el amor buscaba, eran mis manos inexpertas
las que me guiaban por caminos desconocidos
y cuando fueron aprendiendo,
como ceñían su talle... con que suavidad,
que feliz era al abrazarla, y en la oscuridad
de la noche me guiaban por cálidas sendas
sin temor al fracaso ni a perderme…
Con mis manos grandes, si con ellas,
ahora de lleno en la mediana edad
cuando las veo tan mayores y vacías,
vacías quizás por ser tan honradas como las paternas,
pero tan fieles como habían de ser,
me doy cuenta de que ellas, fueron las compañeras
de mi vida, esas que nunca me han fallado.
Las que me han transmitido desde niño
las sensaciones que me han hecho crecer,
sentir, amar y vivir y aún cada día
sin pedirme nada nunca, siempre conmigo estuvieron
y, aunque parezcan grandes mis manos,
son parte de mí y de todo lo que me atañe
Quizás porque soy de tamaño algo grande al fin y al cabo
Y ahora, con mis manos grandes
quiero hacer de mi paso por tu vida, un arte…
modelando tu cuerpo, con masajes sin prisas
con caricias sin cuento, que por pudor, no les cuento
con amor desmedido, que ellas miden como a un tesoro
cercando tus caderas, cerrando tus ojos abiertos,
tan abiertos, de deseo, de pasión, de amante…
Siempre serán ellas las que te abracen cálidas
y silenciosas, pero nunca desapercibidas
siempre atentas y seguras, dándote serenidad,
repiqueteando en el portal, esperando que bajes,
cargando el peso, por ti, galantes, y alegres por ello
llevando en vilo tus pensamientos, livianos como tu cuerpo,
apreciando tu espalda al pasear en la noche, como si se acabara el tiempo
Y si el tiempo se acaba, cuando se acaben mis manos
igual serán ellas las que lleven mis hijas en su memoria
las que añorarán mis antiguas amigas y amantes, en sus refugios,
perdidas desde aquel entonces, porque ya no las volvieron a sentir.
Se perderán mis escritos para siempre,
porque ya no habrá quien los vuelva a escribir
o ni siquiera a repasar, con la paciencia del entonces anciano
Nunca más será en mi tarde la hora del té,
porque mis manos no lo prepararán jamás
se perderán mis dibujos, los abrazos y los adioses al vuelo…
que digo, si ya no me despido con las manos, me despido abrazando,
y deseo tanto, que suerte sería, poder despedirme de este mundo
abrazando a mis seres amados y sonriendo,
y cogidos de la mano, en la frente besarles .
DF
