Una infección causa la muerte de una veintena de delfines este verano en la ComunitatAunque el brote de morbilli virus ya está confirmado por parte de las autoridades valencianas de Medio Ambiente, estas señalaron que continuarán realizándose más análisis a delfines aparecidos muertos. Además de los estudios del Instituto Cavanilles de la Universitat de València y L¿Oceanogràfic, también se han remitido muestras de cadáveres frescos al Instituto de Salud Animal del Reino Unido, donde se completarán los análisis.
A la vez, la Generalitat ha solicitado al Ministerio de Medio Ambiente que active la red estatal de control de varamientos cetáceos ante la reaparición 17 años después de un brote epidémico que podría extenderse ¿como lo hizo en su día¿ por el resto del mar Mediterráneo. El Consell hizo pública la noticia después de una reunión que mantuvo con investigadores del Instituto Cavanilles que desde hace semanas investigan la extraña muerte de estos delfines. Un hecho que, tal vez, no deba desvincularse de la aparición otros cetáceos muertos en costas cercanas.
Y es que el virus navega desde el mes de marzo por las aguas del Mediterráneo. En aquellos días aparecieron muertos cinco calderones en las costas murcianas. Las necropsias que se les practicaron confirmaron que murieron por esta infección vírica. Por entonces la Conselleria de Territorio y Vivienda (ahora de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda) aseguraba que en la Comunitat no se había detectado todavía ningún caso de esta enfermedad, aunque avanzaba la elaboración de un Mapa de Cetáceos del talud continental del Mediterráneo.
El número de cetáceos varados en las costas valencianas durante julio y agosto oscila entre los 10 y 15 ejemplares al mes. En este cómputo se incluyen calderones, cachalotes, tortugas y todo tipo de delfines, además de otras especies de cetáceos. En su conjunto, según el Instituto Cavanilles de la Universitat de València, los valores entran dentro de lo normal. Pero las alarmas han saltado ante el incremento de la mortandad de una especie particular: los delfines listados. En el verano de 2006 murieron sólo tres, mientras que en lo que va de verano la cifra se ha multiplicado por seis.
Primeras hipótesis
Teniendo como antecedente la epidemia de 1990 y los análisis de los calderones de Murcia no es de extrañar que las líneas de investigación para buscar la causa de la muerte de estos animales se hayan centrado en el morbilli virus.
Pero la investigación viene de atrás. El 16 abril de 2007 el Ministerio de Medio Ambiente puso en marcha un protocolo de urgencia en previsión de una mortalidad masiva de calderones. Así fue publicado por la comunidad investigadora en Medaces, la base de datos de varamiento de cetáceos del Mediterráneo, un proyecto coordinado por la Universitat de València y en el que participan decenas de países e instituciones. Por entonces en manos de los investigadores estaban ya las primeras pruebas que atestiguaban la presencia del virus en aguas del Mediterráneo.
La alta mortandad de calderones en las costas del sud este de la Península Ibérica (Estrecho de Gibraltar, Murcia y la Comunitat Valenciana) y en las Islas Baleares en los primeros meses del año levantó las primeras sospechas. Un grupo de biólogos realizó una serie de análisis de tejidos a seis ejemplares con el fin de determinar la causa de la muerte. Tras estas primas pruebas, una primera conclusión: las patologías asociadas y las pruebas moleculares eran compatibles con una infección de morbilli virus.
Además del protocolo de urgencia, se aprobó también una metodología estándar de autopsia y recogida de muestras, así como un procedimiento de coordinación. La epidemia de 1990 afectó a delfines listados, ahora el virus podría haber sufrido alguna mutación y afectar también a otro tipo de cetáceos como son los calderones.
Terra Actualidad - VMT
Jo, pobrecitos.....
