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« : 29 de Junio 2007, 09:04:39 » |
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Para un loco del fútbol como yo entrenar al Athletic es lo máximo
Es un halago que los dos principales candidatos a la presidencia apuesten por mí; estoy deseando que llegue el 13 de julio»
J. ORTIZ DE LAZCANO
«Soy un loco del fútbol», lanza a modo de presentación. Joaquín Caparrós tiene precisión y paciencia para invocar sus recuerdos. «Cuando comenzaba en los banquillos, me iba a Madrid a ver los entrenamientos del Real Madrid y del Atlético. Como los primeros entrenaban por la mañana y los segundos por la tarde me iba al Retiro a echar la siesta», evoca. Todos sabemos que en el fútbol existen dos realidades: la de los grandes y la de los modestos, obligados a un esfuerzo de motivación en los momentos más duros. «Cuando dirigía al Moralo, de Navalmoral de la Mata (Cáceres), me hacía cada día 700 kilómetros para ir a entrenar».
Ahora dice haber encontrado el equipo que buscaba. En su primera entrevista a un periódico en su casi segura condición de próximo entrenador del Athletic, Caparrós se muestra abierto, pero a la vez escurridizo porque es consciente de que no puede cruzar la línea de presentarse ya como el técnico. Sólo falta que Fernando García Macua o Juan Carlos Ercoreca, quienes han pactado su fichaje, ganen las elecciones.
-¿Ya se ve como entrenador del Athletic?
-Todavía no, vamos a esperar. Restan unas elecciones y que los votos decidan en las urnas quién será el próximo presidente. No puedo decir que seré el próximo entrenador del Athletic, pero tengo que admitir que estoy deseando que llegue el día 13. Si te digo lo contrario, miento. Para mí es un halago que los dos principales candidatos a la presidencia del club (García Macua y Ercoreca) hayan apostado por mí. Ellos han sido quienes han contactado con mi agente y me halaga que hayan pactado mi nombre como entrenador. En cuanto apareció en el horizonte la posibilidad de ir al Athletic, cerré de un carpetazo todas las ofertas que me llegaban, algunas de ellas desde el extranjero.
-¿Ha hablado con Macua y Ercoreca?
-Sí, pero sin profundizar demasiado. Me parece importante que me acepten como entrenador de consenso porque los técnicos no somos los candidatos en las elecciones.
-¿Ha pedido dos o tres años de contrato?
-Sí, porque el proyecto es interesante. Si se quiere aplicar una idea sobre el club y un método de trabajo, hay que mantener el proyecto en el tiempo.
-¿Qué mensaje traslada a la afición?
-Que me ilusiona mucho ir ahí, pero tengo que estar con el freno echado. Mi sensación es la de alguien que tiene algo que celebrar, pero al que le dicen que aún no puede hacerlo.
-¿Qué supondrá para usted ser entrenador del Athletic?
-El Athletic, no para mí, sino para cualquier técnico de Europa es un equipo de referencia. Fichar por ese club sería una inmensa alegría. Para un loco del fútbol como yo, sería lo máximo. Por mi trayectoria y mi currículo, no hay club mejor para mí. Yo presumo de que he entrenado desde abajo, que he llegado a la élite tras patearme todas las categorías. Empecé en una escuela deportiva, luego dirigí cadetes, en Regional, Tercera, hasta llegar a Primera. El Athletic siempre ha sido una referencia en mi vida profesional. Por ejemplo, cuando estaba en el Recreativo mandaba a técnicos a Lezama para ver cómo se estructuraba el fútbol base. A todo club del mundo le gustaría tener la cultura del fútbol y la filosofía que tiene el Athletic. Meterse ahí y poder disfrutar de instalaciones como Lezama y de una afición como la del Athletic, única en entrega en el mundo, es lo máximo.
-Será el segundo entrenador español no vasco en entrenar al Athletic, 36 años después de Salvador Artigas.
-Estoy al tanto de ese detalle. Es un plus más para hacer las cosas bien.
-¿Cuál debe ser el objetivo del Athletic la próxima temporada?
-Lo primero es ser realistas. No me gusta hablar en supuestos. Hay que esperar a aterrizar allí, que todo se culmine y ponerme a trabajar con la plantilla para hablar de ello.
Trabajo con la cantera
-Uno de sus aspectos más reputados es su trabajo con la cantera. ¿Qué prevé hacer en el Athletic?
-No puedo hablar todavía como su entrenador. Ahora, te puedo decir lo que hacía en el Recreativo o en el Sevilla. En Huelva impuse un método de trabajo. Cada semana cogía a los que consideraba mejores jugadores de la cantera y me los llevaba a entrenar al viejo Colombino. En Sevilla hacía lo mismo. Incluso llevaba a los chavales al Pizjuán a ver el vestuario del primer equipo. Ésa labor en un club como el Sevilla o el Recreativo se deja ahí, varada, no se insiste, porque se fichan extranjeros y se olvidan de este trabajo con la cantera. En el Athletic me gustaría hacer lo mismo con los jóvenes que destacan en las categorías inferiores. Si los chavales te ven entregado en la labor de ayudarles a crecer, se contagian de tu ánimo. Y, además, en el Athletic no es muy difícil motivar a los muchachos
-Buena falta hace porque el diagnóstico más extendido entre los aficionados es que Lezama se ha convertido en un secarral.
-Lo veo desde fuera, sin tener un diagnóstico real de la situación. Yo a Lezama la tengo idealizada. En mi opinión es la botica del club, en la que puedes encontrar de todo.
-No tanto. Mire los problemas con la defensa.
-Si inviertes tiempo y dedicación, salen jugadores. Para eso siempre he sido muy estricto. Conmigo hay hora de entrada, pero no de salida. Soy de los que si voy a Lezama a las nueve de la mañana, puedo abandonar las instalaciones a las diez de la noche, y encantado además de la vida. Tengo muy claro que un entrenador de un equipo como el Athletic debe conocer a fondo su cantera. A mí me gusta buscar entre los equipos inferiores y nunca miro el carnet de identidad si veo condiciones en el jugador. Dicho esto, también es verdad que juego a ganador en estos casos porque a los chavales por los que apuestas, aunque les falte experiencia, les sobra calidad. Además, ese tipo de jugadores nunca olvidan lo que se ha hecho por ellos y son muy agradecidos. El fútbol actual se ha mercantilizado mucho. Se ha perdido eso de 'yo salí de este equipo y le estaré eternamente agradecido'. Por eso me apasiona el Athletic, porque es el único club en el que se mantiene vivo el sentimiento de pertenencia.
-¿Qué otras recetas propone?
-Llevar el equipo a los pueblos. Con el Recreativo, Sevilla y Deportivo jugaba casi todas las semanas partidos contra equipos de la provincia de Regional o Tercera. Uno de los objetivos es acercar el equipo a los chavales de los pueblos. El fútbol hoy es demasiado frío, entrenas dos horas y te vas a casa. Hay que acercarse a los aficionados.
-Es un habitual además en cualquier tipo de actos de las peñas de sus clubes.
-Es que sabes que pasa, que soy hijo de peñista. Mi padre era secretario de la peña sevillista de Utrera. Le he visto la cantidad de trabajo que le costaba traer al pueblo a un jugador. En recuerdo a sus esfuerzos me gusta cumplir con los peñistas cuando me reclaman. Lo hago por convencimiento y porque creo que se trata de una obligación.
-¿Cuál es su diagnóstico sobre el Athletic?
-Ya lo hizo Mané en su despedida y lo secundo. Es un equipo que debe incorporar gente, que debe hacer fichajes. De medio campo para arriba tiene recursos, pero la parte de atrás está debilitada. Los candidatos ya saben que hay que fichar.
-Pero no hay ninguna operación en marcha para contratar defensas.
-Es que tampoco hay muchos en el mercado. Es curioso lo que sucede en el Athletic. Históricamente, siempre ha sido un equipo fuerte atrás, pero ahora no es así. De todas formas, habrá que ver qué es lo que hay en la casa. Pero a mí no me temblará el pulso para subir a un central desde el juvenil a Primera. Ya lo hice en el Sevilla, en donde podía fichar jugadores, e hice debutar en Primera a Reyes, Navas y Sergio Ramos con 17 años. Mira el caso de este último. Me criticaron por no poner veteranos y en su segundo partido en Primera marcó un gol al Athletic.
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