No mireis a la felicidad con ojos de desdicha, que ella a si misma se aclama en cada sonrisa que muestras.
No la busqueis en algun lugar fuera de tu corazon, porque es alli de donde ella se alimenta.
Creer que la felicidad es algo inalcanzable y atiborrarse de penas y sinsabores, es darle la espalda a ella.
Siempre te sonrie, siempre la llevas, pero si solo se aplaude a las palabras que muestran dolor, como podrias verla?.
Aplaudimos y nos congraciamos con el dolor, lo hacemos intimo, profundo y nos terminamos identificando con quien sufre.
Acudimos raudamente cada vez que las ausencias, sufrimientos y dolores son mostrados en palabras y sentires.
Miramos de lejos cuando expresiones de júbilo y amor se miden por besos y caricias, será eso envidia de felicidad ajena?
Aplaudimos cuando no debemos aplaudir, callamos cuando no debemnos hacerlo, medimos por desdichas y tristezas el sentir.
Mientras solo habitemos en recuerdos, en heridas, en estigmas, mientras sea el dolor el que pensemos que eleva, viviremos de sueños, no de presentes.
Pobre de ti felicidad, te muestras, estas tan presente, pero eres tan sencilla, que el sentir no se mide a partir de ti, sino de tu ausencia, te buscan afuera, cuando siempre estas dentro.
Plimo, deja que fluya el amor en ti, solo da de él, que el amor depende de uno y no a quien se da. Cambia siempre a mejor plimo.
