Canela
Moderador Area
PeterPaulistic@
   
Karma : 2172
Sexo: 
Mensajes: 3.753
Saber que existes me llena de vida.
|
 |
« : 6 de Mayo 2007, 16:10:46 » |
|
Vigésimo segunda reflexión Francesco Alberoni [fragmento]
Tengo ante mi una carta: «Soy divorciada, con un buen trabajo, no tengo ningún gran amor, no tengo hijos, no tengo ni siquiera padres a los que acudir. Mi vida no es infeliz, por el contrario, está llena de intereses y gratificaciones. Sin embargo, a veces, me pregunto si no soy la personificación de un cierto tipo de egoísmo y de avidez. Entonces me respondo que esta pregunta es sólo el efecto del más estúpido condicionamiento femenino al sacrificio. Las mujeres fuimos educadas desde la infancia durante siglos con la idea de prodigarnos por alguien. En cambio, yo no tengo hijos, no tengo marido, no tengo a nadie por quien afanarme hasta la extenuación y por quien sufrir. Pero el viejo condicionamiento sigue obrando y me hace sentir culpable. Un varón, educado para afirmarse en el mundo, para pensar sólo en sí mismo, no sentiría nada parecido. Estaría feliz y contento, y basta». Es el egoísmo que trata de justificarse. Algo que hacemos todos, por turno, varones y mujeres, en el intento de legitimar moralmente el interés exclusivo por nosotros mismos. Sin embargo, es un intento que fracasa. Ese sentimiento de culpa, esa sensación de aridez y de vacío que la mujer dice sentir es la prueba de que tampoco su justificación se sostiene. La verdad es otra, elemental y evidente: que todos los seres humanos, mujeres y hombres, tenemos una extraordinaria e implacable necesidad de dedicarnos a algún otro, a alguna otra cosa. Que no podemos tomarnos a nosotros mismos como objeto de amor, de interés y de preocupación: necesitamos dedicarnos a una mujer, a un amante, o bien a una empresa, a un partido, a un libro, acaso incluso sólo a un perro o un gato. En cualquier caso, a algo exterior a nosotros, que no es nuestra persona individual. (...) Una vida que no está “dedicada” carece de sentido.
|