Perderse en tu mirada
Déjame ver la luz de tus ojos.
Déjame hundirme en la extraña belleza
de la profundidad marina que entraña tu mirada,
huidiza y pecadora en un solo gesto
capaz de sumergir la vida de un hombre
en las más eternas profundidades
Hazme salir de las tinieblas para siempre.
Dame la vida en un beso,
déjame sorber el éxtasis supremo
fundido en tu íntimo ser,
chapoteando las horas perdidas
en saborearnos el uno al otro.
Que aquellos sabores tan nuestros
los llevaremos impregnados en nuestra memoria
aunque el tiempo empecinado
en separar nuestros destinos
logre su fatal cometido,
nunca olvidaré tu sabor y tu mirada.
DF
©4/2007 