Las orillas de la ausencia
ya se encuentran en el borde del lecho
con el solo alejarme de tu piel
al osar querer dejar aquellos lienzos
que enredan nuestros suspiros y avidos labios.
Las estaciones lucen generosas, bulliciosas
se rinden ante el insospechado devenir
de nuestras calidas voces y torrentes deseos
se inclinan a regalar noches llenas de luceros
lluvias y vientos frescos dibujan mi presencia
en la ventana enmarcada en tu memoria
una eterna primavera es la estacion que nos acoge.
No temas al oleaje de vientos tempestuosos
que las velas que izamos con nuestros deseos
inefablemente nos llevan a bahias de encuentros
a puertos tornasolados por tu sola sonrisa
a vientos empujados por tu mirada, por tu pasion.
Nuestras sombras caminan juntas de la mano
se predicen, se dibujan, se presienten, se unen
en la quimera de las luces de nuestras fantasias
en la sabia memoria de nuestros recuerdos
en el susurro de mi voz en tu inquietante corazon.
Navego por tus suspiros, por tus labios
navego por los incesantes riachuelos que nacen de tu centro
busco requiebros en las llanuras de tus crecidas emociones
me aventuro por distintas rutas para tocar las paredes
que estrujan las sensaciones que afloran de tu ser
mi rumbo se encuentra en tu garganta que le rasguña al tiempo
mi norte, esta en el sur de tu cuerpo
que es donde estoy y donde solo hay un presente, que es el tuyo mi amor.
