Invoco a las fuerzas eternas
al recodo de la esquina sur del cielo
escucho el eco de tu voz en las aguas saladas
las viejas llagas de los deseos reprimidos
los gritos y llantos de las descorazonadas pieles
que se evocan, se claman, se huelen, se sienten y presienten.
Viajo entre brumas, entre nubes, entre sombras, para estar siempre contigo
me encuentro en el eco de tu voz soltada al viento
en la dulce melodia de tu voz recien despertada
seran siempre mis manos extendidas quienes te acojan
mis labios te brindaran la miel que esperan tus lunas
y mi cuerpo se convertira en las sabanas que cubran tu piel para amarte y amarte.
Viejos maderos con renovado brillo inundan nuestro hogar
colores y olores a roble se juntan para adornar nuestra tremula union
cuencos con nuestros nombres se llenan de ilusiones, se llenan de visiones
voces que se cruzan en laberintos tormentosos, en vacios silenciosos
corres cuando el humo habita tus momentos, corres hacia la union de nuestros horizontes.
Las flores de tu jardin las riego con el color del amor que me das dia a dia
las copas las lleno de tu fragancia nocturna, de tu aroma de canela de buen dia
mi pecho te recibe, para que musites pequeñas melodias de secretos entre tu corazon y el mio
mis brazos te aprisionan, te recuerdan, te viven, te añoran, te tienen, te aman, te extrañan
y en aquel faro, adonde se dirije nuestra barca, se encuentra nuestra orilla
la orilla que ya nos conoce y solo espera de nuestra llegada, para brindarnos su tibia suavidad
que ya tiene conciencia, que cuando nuestro navio toque sus aletargadas olas
es porque sera para abrir sus oidos a las notas que nuestros besos y nuestras caricias le regalen
y que en cada momento de pasion que vivamos, dejaremos sobre aquellas orillas amor y significado.
La mañana se yergue sobre nuestras cabezas
somos cuna del tiempo, somos iconoclastas de las viejas imagenes y costumbres
somos nuestro tiempo, somos idilio, somos fragancia que se esparce libremente
ni las quimeras pueden osar alcanzarnos con sus alas cansinas
los valles de los fuegos, las montañas de las ilusiones, los rios de los gentiles
toda la intrinseca naturaleza se nos abre
para que sean nuestros instintos quienes guien a este nuestro divino amor.
