No pudo ser...
(Informacion de marca.com)
El THW Kiel se impuso al Portland San Antonio por 37-34 en la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones, en un partido que se puso de cara para el conjunto español en los primeros minutos, pero que no supo encauzar tras el descanso, donde se deshizo de todos sus argumentos y posibilitó que los alemanes alcanzaran su segunda final en la historia de la máxima competición continental.
El Portland resistió como pudo el asedio alemán de la segunda mitad, pero su debilidad defensiva imposibilitó mantener los dos goles de ventaja que consiguieron en el Universitario. No obstante, el partido estuvo en las manos del equipo español, que comenzó fuerte, serio y con la maestría de las grandes ocasiones.
Los de Pamplona dejaron el miedo en casa y saltaron al pabellón Oosterhalle con mentalidad ganadora. Sabían que salir a defender les haría pasar apuros en los momentos finales y, de esta manera, circularon bien el balón para finalizar las jugadas con eficiencia desde un principio. Los antonianos utilizaron poco los extremos y la mayor parte de los ataques, en la primera mitad, concluyeron con un disparo lejano. Ivano Balic, el considerado mejor jugador del mundo, puso pronto tierra de por medio para sorprender al conjunto alemán, algo precipitado por sus pérdidas de balón.
La primera línea de defensa de los de 'Zupo' Equisoain impidió cualquier ataque rápido de los germanos y además consiguió desquiciar a su oponente, que sólo pudo seguir metido en el partido merced a la actuación de Klein y Karabatic. El 13-16 (min.20) daba al Portland cinco goles, que suponía una sabrosa ventaja aunque acabaran por desaprovecharla.
Sin embargo, el final de la primera mitad, con un 5-1 defensivo sobre la pista, creó más problemas de los esperados al equipo español, que encajó un parcial de 8-2 y se fue al descanso con el marcador adverso (20-19), pero con el pase a la final de la Liga de Campeones en el bolsillo.
Karabatic, tremendo
Nikola Karabatic fue una auténtica pesadilla para el Portland, que acusó la imposibilidad de defender con solvencia al jugador serbio. Fue capaz de anotar de golpe franco, culminó los contraataques con extrema facilidad e incluso superó a Kasper y a Svensson, que no detuvieron ni un sólo lanzamiento del jugador del equipo alemán.
Por su parte, el Portland contó con un inspirado Carlos Ruesga, que cuajó un excelente partido y anduvo más que certero cara a gol. El asturiano mantuvo siempre con vida a los suyos en los momentos más complicados del encuentro y con el pabellón Oosterhalle completamente volcado en contra de los pamplonicas.
Con el desconcierto que suponen dos exclusiones casi consecutivas, el Kiel consiguió alcanzar la renta de tres goles, que le daba el pase a la final, en el minuto 42 (27-24). La exhibición de Karabatic nubló la actuación española. El ataque bávaro hizo añicos a la defensa española, muy desacertada en la segunda mitad y el guión se puso de cara para el Kiel, que consumó su victoria en el último cuarto de hora.
De esta manera, los de 'Zupo' no repiten su hazaña en Alemania, donde ya vencieron en 1998/1999 en los cuartos de final de la máxima competición continental. Además, fue incapaz de ganar a un poderoso Kiel, que sólo ha cedido un partido en casa en toda la temporada, y fue en Liga ante el Gummersbach (37-39).
