Si tuviera que vivir mi vida otra vez, intentaría cometer más errores. No sería tan perfecta. Descansaría más. Sería más flexible. Me divertiría más de lo que me he divertido en ésta. De hecho, me tomaría muy pocas cosas en serio. Sería más loca. Correría más riesgos. Viajaría más. Escalaría más montañas. Me bañaría en más ríos. Iría a más lugares en los que nunca hubiera estado antes.
Tendría más problemas reales pero menos imaginarios.
Yo he sido una de esas personas que viven profilácticamente, sana y pulcramente hora tras hora y día tras día, pero si pudiera empezar de nuevo, tendría más momentos de esos, momento a momento.
Yo he sido una de esas personas que nunca van a ningún sitio sin un termómetro, un jarabe, un impermeable y un paracaídas para mi alma. Si tuviera que vivir de nuevo, la próxima vez mi equipaje sería más ligero.
Si viviese de nuevo, en la primavera comenzaría a andar descalza antes y seguiría descalza hasta mucho más avanzado el otoño.
Si pudiera vivir otra vez asistiría a más fiestas, vería más atardeceres y jugaría con más chicos.
Pero, como ves, no voy a vivir otra vez.

(Extraído del libro "Los secretos de la abundante felicidad" )