El Gobierno exige a Batasuna un rechazo «explícito» de ETA para concurrir a las urnas
[/size]
Rubalcaba sostiene que el Ejecutivo está dispuesto a avanzar por la paz, pero «no si subsiste la violencia» DAVID GUADILLA - SAN SEBASTIÁNEl Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está dispuesto a dar «pasos» para lograr la paz en Euskadi, pero exige a la izquierda abertzale que se aleje de la violencia y apueste «explícitamente» por las vías democráticas si quiere presentarse a las elecciones. Rodeado de cientos de militantes socialistas, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ofreció ayer en San Sebastián un esbozo del actual momento político y de la posibilidad de que se retome el proceso de paz, roto «porque quiso ETA» tras el atentado de Barajas del pasado 30 de diciembre.
El máximo responsable de las fuerzas de Seguridad del Estado visitaba por primera vez el País Vasco desde que accedió a la cartera de Interior, en abril de 2006, para participar en un acto del PSE. A falta de poco más de dos meses para los comicios municipales y forales del 27 de mayo, Pérez Rubalcaba viajó hasta la capital guipuzcoana para arropar a los candidatos de la formación a las alcaldías y diputaciones. Pero, también, para fijar las bases sobre las cuales podrá estar Batasuna en las urnas.
La fórmula que utilizará sigue siendo una incógnita. El plazo para presentar candidaturas culmina el 23 de abril. Por ahora, la izquierda abertzale sólo ha anunciado que el próximo 31 de marzo «hará pública» en el BEC de Barakaldo su «propuesta electoral». Lo que aún se desconoce es si recurrirá a una nueva formación, si empleará 'listas blancas' -compuestas por personas 'no contaminadas' por su implicación con alguno de los grupos ilegalizados, algo factible en las diputaciones pero más complicado de lograr en municipios medianos o pequeños- o emplear las siglas de EHAK.
Sea cual sea su estrategia, Rubalcaba intentó dejar claro los requisitos que tendrán que cumplir. Con un mensaje muy similar al que pronunció José Luis Rodríguez Zapatero el pasado 18 de febrero en Vitoria, el ministro del Interior estableció algunas premisas. La primera, que para hablar de paz «hay que olvidar la violencia para siempre». La segunda, que a las elecciones «van quienes cumplen las leyes, y eso incluye la Ley de Partidos».
Tras recalcar que no estamos en un proceso de paz sino en una «situación de violencia», el responsable de las fuerzas de seguridad quiso eliminar todo punto de ambigüedad. Sin mencionarlo de forma directa, Rubalcaba pretendió cerrar cualquier debate acerca de la posibilidad de que la izquierda abertzale pueda sortear la legislación y presentarse a los comicios sin condenar las acciones de ETA. En este sentido, fue rotundo: «A las elecciones van quienes rechazan la violencia y quienes admiten explícitamente que para defender las ideas sólo vale la palabra. Eso es lo que dice la Ley de Partidos».
Casi igual de tajante se mostró ayer el ministro de Justicia, quien recalcó también que si la izquierda abertzale quiere estar en las instituciones debe quedar «meridianamente claro» su rechazo a la violencia. Sin embargo, Mariano Fernández Bermejo reconoció en una entrevista en 'El País' que «no lo van a hacer. Estoy preparado para el hecho de que Batasuna no condene la violencia».
Mano abiertaMás cauto, Rubalcaba sostuvo que los socialistas quieren que «la izquierda abertzale esté en las elecciones», pero, al mismo tiempo, mandó a este colectivo un contundente mensaje. «Ellos saben perfectamente» lo que tienen que hacer para concurrir a las urnas y «ya basta de pedir a los demás no sé qué cosas, son ellos los que tienen que tomar una decisión: separarse y abandonar cualquier coqueteo con la violencia», apostilló el ministro.
Recalcando la necesidad de que cumplan con esta premisa, también quiso tender la mano y dejar la puerta abierta a la negociación. Resaltó que «en el marco de la Constitución cabemos todos» y apuntó que los socialistas son favorables «a buscar un acuerdo plural». «Estamos dispuestos a dar pasos», admitió Rubalcaba, que volvió a poner una única condición: ausencia de terrorismo. En este sentido, señaló que «la paz tiene sus reglas y no nos las vamos a saltar».
Durante el acto, sin embargo, las críticas más numerosas fueron lanzadas contra el Partido Popular. Los más sarcásticos fueron el propio Rubalcaba y Miguel Buen. El ministro señaló que los fines de semana ahora en España siempre hay dos cosas seguras: «Fútbol y manifestación del PP». El líder del PSE en Guipúzcoa se refirió, por su parte, a la canción 'Libertad sin ira' que suena en las marchas del principal partido de la oposición. «Si esa es la libertad sin irá del PP, ¿cómo será su libertad con ira? ¿Pues muchos de nosotros al paredón o al exilio!», afirmó de manera irónica.
RESPALDO. Pérez Rubalcaba accede al salón donde realizó su discurso acompañado de los dirigentes del PSE-EE. / TELEPRESS