Javier Gómez Bermúdez, presidente del tribunal del 11-M, un juez singular

PROCESO POR LOS ATENTADOS DEL 11-M

Javier Gómez Bermúdez, un juez singular

Jueves 15 Marzo 2007
AGENCIAS

MADRID.- Javier Gómez Bermúdez tiene todas las papeletas para convertirse en el hombre del año en los anuarios de 2007 en la prensa. No sólo preside el tribunal del 11-M y tendrá que redactar la sentencia, sino que se ha ganado la confianza de las víctimas y ha revestido su figura de un respeto que va más allá del que le otorga la toga.

Será por su carisma en la gestión del día a día; su severa autoridad manifestada tanto con los procesados como con los abogados y los fiscales; su control absoluto de todos los detalles del proceso, desde los asuntos informáticos y audiovisuales de la retransmisión a las intervenciones hasta el calendario del juicio que parece tener programado en su cabeza; su perspicacia a la hora de cortar preguntas y respuestas que no van a ninguna parte o las que tienen segundas intenciones; incluso el tono de su voz, con el que modula la gravedad de sus intervenciones desde el cabreo manifiesto hasta la condescendencia que puede permitirse sin que nadie se le suba a las barbas.

Sin embargo, parece tomarse el juicio con la mayor naturalidad del mundo, desprendiendo a veces alardes de campechanía.

Sus momentos de mayor tensión los ha vivido hasta ahora ante el insubordinado e impertinente Rafá Zouhier. Aunque lo que de verdad parece exasperarle son los fallos que ralentizan el proceso o le desvían del 'plan de vuelo' trazado hasta el último detalle. A los intérpretes les ha caído más de un rapapolvo por no hacer su trabajo como se esperaba: "Traductores, les quiero en mi despacho inmediatamente", ha sido una de sus frases más sonadas.

En una carta publicada a los pocos días de comenzar el juicio, Ángeles Pedraza, que perdió a su hija en los atentados, expresaba el apoyo que suponía el presidente del tribunal para este colectivo en un momento tan delicado del proceso: "El juez Bermúdez es lo mejor que nos ha pasado en el juicio y quien me ayuda a seguir teniendo fe".

Javier Gómez Bermúdez, un juez singular