Si la Estación Biológica de Doñana queda aislada, morirá

'Si la Estación Biológica de Doñana queda aislada, morirá', advierte su responsable

Recuerda que no sobrevivirá si queda 'cercada' por edificaciones y carreteras

Domingo 11/03/2007
EFE

SEVILLA.- El director de la Estación Biológica de Doñana (EBD), Fernando Hiraldo, opina que la protección de este espacio, "un laboratorio excepcional para el seguimiento del cambio global", no será posible y "morirá" si queda aislado del medio natural por edificaciones e infraestructuras.

Hiraldo, discípulo del científico José Antonio Valverde, considerado el fundador de Doñana a mediados del pasado siglo, admite, en una entrevista, que este espacio protegido es un enclave "complejo" y "frágil", sometido a intensas presiones, pero advirtió de que no sobrevivirá si queda "cercado" por edificaciones y carreteras.

"Una Doñana aislada no es factible por más que la protejamos; se morirá sola. Doñana tiene, necesariamente, que estar conectada con Sierra Morena y con otros espacios naturales y si no lo conseguimos, la estaremos matando", apostilla.

La EBD, entidad dependiente del CSIC, además de su labor científica — "de primer orden internacional", según Hiraldo— gestiona las 10.000 hectáreas de la Reserva Biológica de Doñana, en pleno corazón de este espacio protegido, que supera las cien mil hectáreas si se suman los parques natural y nacional.

"En Doñana se están haciendo obras ilegales que hay que parar porque pueden aislarla de cualquier corredor y de cualquier salida a otros espacios naturales protegidos, y un aislamiento de Doñana, todos tenemos que tenerlo muy claro, supone su muerte", enfatizó.

Medio millón de habitantes

Hiraldo advierte de que Doñana "va a tener siempre muchas amenazas" y de que su conservación "será muy difícil", pues soporta el impacto de poblaciones que suman más de medio millón de habitantes en un radio de menos de 50 kilómetros.

Pese a ello, cree posible preservar un espacio protegido con los máximos reconocimientos internacionales, como el de Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad, y destaca la apuesta del entorno de Doñana por su conservación.

"Quisiera saber qué municipio del sur de Europa, teniendo como tiene Almonte más de 50 kilómetros de playa virgen, ha aceptado gustoso no urbanizar más de dos kilómetros y medio y, además, conseguir una renta per cápita superior a la media de su provincia, de Andalucía y de España", espeta.

Respecto a la pretensión de crear miles de plazas hoteleras en El Rocío cree que "el reto no es construir más hoteles que estén abiertos tres meses al año, sino mejorar los que tenemos y que estén completos los otros nueve meses".

Recuerda, además, que Doñana no sólo está amenazada por su aislamiento, sino por problemas como la escasez y mala calidad del agua y por el cambio global, fenómeno que incluye, entre otros factores de riesgo, el calentamiento climático, el impacto de especies invasoras, la deforestación o el cambio de uso de del suelo.

"Cualquiera de estos problemas, por sí solo, puede acabar con Doñana; por ello debemos conseguir una Doñana que sea posible, legalmente, y desde el punto de vista científico", sentencia.

Valoró el equipo nombrado por la Junta de Andalucía para dirigir el espacio protegido de Doñana —nuevo ente que gestionará conjuntamente los parques natural y nacional— aunque cree que el Gobierno andaluz debe aportar más técnicos para reforzarlo.

La gestión de este equipo no solo debe preservar el parque con criterios científicos y promover que en ella "se haga la mejor ciencia posible" sino, según Hiraldo, debe potenciar también la condición de este espacio protegido de "laboratorio excepcional para entender qué está pasando con el cambio global".

Recordó que el CSIC incluye Doñana en la red de grandes instalaciones científico-técnicas singulares y citó, como ejemplo, que la EBD acumula investigaciones sobre la evolución de las aves de más de treinta años de antigüedad.

"Podemos sentirnos orgullosos de estos registros científicos, que sirven de chequeo sobre la evolución del cambio global, porque son tan buenos como los mejores a nivel mundial, y lo serán mejor en el futuro", destacó.

Uno de los últimos desafíos profesionales de Hiraldo será consolidar Doñana como elemento clave del Observatorio sobre el Cambio Global que el CSIC ha creado para afrontar este fenómeno que muchos entienden como un reto crucial de la humanidad.

El director de la Estación Biológica de Doñana, Fernando Hiraldo. (EFE)