Dicktracy
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CARPE DIEM
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« Respuesta #57 : 10 de Abril 2007, 22:48:32 » |
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CUARTOS DE FINAL DE LA CHAMPIONS
Amarga despedida española en Mestalla
Martes 10/04/2007
EFE
MADRID.- El Chelsea no juega. Mata. Dos goles, el segundo de Essien, que evitó la prórroga en el minuto 90, dejaron al Valencia fuera de las semifinales.
El Valencia, concentrado y sabedor del peligro de este incomodísimo rival, tuvo un comportamiento intachable desde la salida. Midio todos sus movimientos en el centro del campo e inutilizó todos los resortes creativos de su oponente. Sólo se vio en dificultad a balón parado, en algún saque de esquina. Y en una aparición de Drogba, un cabezazo impensable que sacó Cañizares con la palma del guante.
Los dos equipos se protegieron mucho atrás, pero el pulso del partido fue valenciano hasta el descanso. Morientes, que reaparecía después de su lesión en un hombro, tuvo la oportunidad de batir a Cech a la media hora, pero su imponente remate de diestra llevó el balón al palo, con el portero checo ya batido. Corrió muy poco más el reloj cuando el 'Moro' remachó de primeras y con la izquierda el centro templado de Joaquín desde la banda derecha.
El Valencia estableció una red de seguridad comandada por Albelda y secundada por Albiol en el mediocampo. Con el apoyo incondicional de los laterales y los centrales, el Chelsea no encontró ni posición, ni balón, ni contraataque. Arriba, Villa mostraba constantemente sus habilidades y tenía fijados permanentemente al lateral Diarra y al central Carvalho. Joaquín ocupaba su banda derecha con comodidad. Silva, sin embargo, quedaba relegado a funciones de contención.
Con ese entramado y un gol a favor, Mestalla olía a semifinales de la Liga de Campeones. Pero con 45 minutos por delante y un Chelsea áspero y demoledor, era mucho decir. No había aparecido Shevchenko en todo el partido y el ucraniano cargó en la cuenta del Valencia un gol feo, pero tan importante como la joya de Silva una semana antes en Stamford Bridge.
José Mourinho había reorganizado su equipo con la entrada de Joe Cole, la salida de Diarra y la reubicación de Essien en el lateral izquierdo. El invento le funcionó demasiado deprisa, porque un centro del atleta de Ghana, al que no llegó Ballack se atascó en la frontal del área chica de Cañizares. Drogba intentó rematar, el balón rebotó en Ayala y quedó muerto a los pies de Shevchenko. Absoluto pánico.
Desde ese momento, con poco más de media hora para el final del tiempo, al Valencia le tembló el pulso. Reculó, empujó el Chelsea. Dominó el centro del campo simplemente porque los valencianistas se replegaban lejos del balón. Todos atrás. Tres sustos a balón parado. Otra milagrosa acción de Cañizares impidió el tanto de Ballack, en un remate de cabeza impecable. Pero la puntilla terminó llegando con un tiro de Essien cuando la prórroga era la unica esperanza viva del fútbol español.
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