En un manicomio, una vieja loca se divierte corriendo en su silla de ruedas a lo largo y ancho del pasillo, imitando ruidos de coches de carrera:
- BBBBBRRRRRRMMMMMMMM MMMM!!! De repente sale un loco de una habitación, la detiene y le dice:
- Disculpe señora, pero excedía usted el límite de velocidad permitido en esta autopista. ¿Puedo ver su registro de conductor? La vieja loca se pone a buscar en su bata y saca un boleto de tren usado. El loco verifica el documento, se lo devuelve y, después de advertirle sobre los peligros del exceso de velocidad, la deja seguir.
- BBBBRRRRRRMMMMMMMMM MMM!!! La vieja loca reemprende su particular 500 millas de Indianápolis y, al pasar otra vez ante la habitación del loco, éste surge de nuevo. Vuelve a detenerla y dice:
- Disculpe señorita, pero he visto como traspasaba la línea continua. ¿Le importaría mostrarme la documentación del vehículo? La loca revuelve otra vez en sus bolsillos y exhibe un apolillado ticket del supermercado. El loco comprueba que los papeles están en regla, y deja que se vaya otra vez.
La loca se lanza de nuevo a toda velocidad por los pasillos...
-BBBBRRRRRRMMMMMMMM MMMM!!! Y, al volver a pasar por el mismo sitio, el loco emerge por tercera vez de su habitación, pero ahora totalmente desnudo y con una erección propia de película porno. La loca lo ve y exclama:
- ¡Ah, noooooo! ............ . ¡¿Otra vez la prueba de alcoholemia nooooo...?!