LOS SUEÑOS

¿Son sueños las sábanas rojas
que cubren las camas de la ilusión?
¿Son sueños las manos que rozan las mejillas
para que el sueño sea el más profundo?
¿Son sueños los espejos empañados,
el agua resbalando por la espalda?
¿Es un sueño la voz que llena todo de esperanza
y coloca el sol más brillante cada amanecer?
¿Es un sueño soñar que estás soñando
con un despertar siempre esperado?
Los hombres soñamos,
y en nuestros sueños sentimos,
padecemos, reimos, lloramos, moqueamos…
incluso decimos “es como un sueño”.
El “soñado” equilibrio del sueño
es el que logra recuperar el cansancio
de un cuerpo fatigado por la lucha
y una mente inquieta por todos los sueños.
Nunca te niegues a seguir soñando,
sueña siempre con lo mejor
pues por poco que se haga realidad
siempre será algo mejor, pues lo deseaste: lo soñaste.
Soñaste con un “buenos días” cálido,
soñaste con un beso de amor,
soñaste con oír música en la mañana
soñaste con no volver a soñar sólo.
¿Qué más le puedes pedir a los sueños?
Pues soñar es gratuito, y siempre
podrás volver a soñar lo mismo
y cambiar el final del sueño,
y todo lo triste, convertirlo en alegría.
Así de fácil: Soñando.

(Broken Eyes)

“Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.” (Calderón de la Barca)