Ashley, joven para siempre
Una pareja de EE.UU. somete a su hija discapacitada a un tratamiento para mantenerla como una joven
El polémico procedimiento comenzó hace tres años en Seattle y fue publicado en una revista científica. Ashley tiene nueve años y una edad mental de tres meses. Con la aprobación de un comité de ética, se le extrajo el útero, las mamas y el apéndice. Sus padres decidieron abrir un blog y contar su historia.
Ashley es una joven de nueve años que padece una severa discapacidad y cuya edad mental no supera los tres meses. Ella y su familia viven en la ciudad estadounidense de Seattle. Hace tres años sus padres decidieron iniciar un tratamiento para impedir que Ashley continúe creciendo: le hicieron sacar el útero, operar las mamas y le dieron hormonas para evitar su crecimiento.
El caso de Ashley fue publicado en octubre del año pasado por la revista científica Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine. El tratamiento, que encabezan los doctores Douglas Diekema y Daniel Gunther, se inició luego de que el comité de ética del Hospital de Seattle diera su visto bueno, en 2004.
Hoy, la mamá de Ashley (que prefirió mantenerse en el anonimato) decidió publicar en un blog y contar en primera persona cómo vive su hija y por qué decidieron iniciar este proceso. También publicaron fotos de las distintas etapas de la vida de la pequeña.
"El objetivo central de este tratamiento es mejorar la calidad de vida de Ashley", asegura su mamá en el blog. Cuenta que los mayores desafíos para su hija son "la incomodidad y el aburrimiento". Y que creen firmemente que este tratamiento "va a disminuir en forma significativa (estos problemas) y beneficiará a Ashley en el largo plazo".
Para eso, hace tres años iniciaron el que su mamá denomina "Ashley Treatment", cuando la joven tenía 6 años y comenzó a mostrar signos de pubertad prematura. Se le removió el útero, el apéndice y sus mamas que recién comenzaban a desarrollarse. Luego, la joven fue tratada con altas dosis de estrógeno para frenar su crecimiento y conseguir que sea para siempre una nena.
Agregaron que la remoción del útero implica que la joven nunca tendrá ciclos menstruales ni riesgo de tener cáncer uterino y consideraron que como se suponía que iba a tener senos grandes, se los removieron evitando un aspecto que atraiga a los abusadores.
La joven es hija de dos profesionales de Seattle, sufre de un impedimento severo en el cerebro conocido como encefalopatía estática y no puede caminar, ni hablar, ni mantener su cabeza erguida ni tragar.
Fuente:
http://www.clarin.com/diario/2007/01/04/um/fotos/ashley.jpg