Canela es desordenada, acaricia tazas como si fueran gatos y adora el persume de los hornos de gas, se descuida al calor de la chimenea. Come, duerme, ronda por la casa. Pinta, lee, ordena. Canela cocina y friega y hace crucigramas. Despilfarra su tiempo en calcetines de lana.
Ayer casi nieva, esta navidad tampoco será blanca aunque hace un frío gélido que congela el alma que Canela no tiene. Su corazón está dado... ¿cómo podrá volver a amar?... Canela protagoniza novelas rosas. Escucha palabras quedas, a tiempo. Conversa y delira en poemas que nunca terminan, Canela se ensueña esperando y se impacienta. Pierde la perspectiva. Gruñe, reniega, remarca defectos ajenos, resultados subóptimos. Ella peca de soberbia y en un minuto pierde un año de bondad.
Canela siempre elige el camino menos transitado, le gusta andar sola. Para no disputar renuncia. Esquiva la frustracion y declina oportunidades. Deja pasar trenes. Aplica su cobardía con determinación.
Desaprovecha el vértigo y la pasión. Poeque Canela es cobarde, se mira en el espejo y duda...
