Una mujer se quema a lo bonzo tras una discusión

JUNTO AL AYUNTAMIENTO DE LAS ROZAS

Una mujer se quema a lo bonzo tras una discusión

Miércoles 20/12/2006
AGENCIAS

LAS ROZAS (MADRID).- Hakima se debió de sentir más desdichada que nunca en su vida para rociarse con alcohol y prenderse fuego. Esta mujer marroquí de 39 años se debate entre la vida y la muerte por las gravísimas quemaduras que sufrió el lunes por la noche, cuando se inmoló.

La tragedia ocurrió en pleno centro de Las Rozas, hacia las ocho de la tarde. Hakima vive en la cuesta de San Francisco, muy cerca del Ayuntamiento de la localidad. Los testigos no vieron cómo empezó a quemarse la mujer, porque las primeras personas se la encontraron ya en llamas.

Según la primera reconstrucción de esta pesadilla, Hakima discutió con su pareja por un asunto de celos. Quizá en casa, o quizá ya en la calle, se roció con alcohol toda la ropa. Después la prendió. Caminó por la calle hasta que los clientes de un bar cercano al Ayuntamiento la vieron y avisaron a la Policía Local. Ayer no se sabía quién había apagado el fuego que abrasó a la mujer, según fuentes policiales.

Los agentes la trasladaron al Ayuntamiento. Hakima estuvo plenamente consciente durante todo el tiempo que pasó allí. Hablaba en árabe y de vez en cuando, en español, gritaba que viniera una ambulancia.

Enseguida llegaron los facultativos del Servicio de Asistencia Municipal, Emergencias y Rescate (Samer). En el vestíbulo del consistorio estaba Hakima con un hombre que decía ser su primo, aunque al parecer era su pareja y quien, además, la había socorrido. Ella sufría mucho, pues tenía la cara y parte del cuerpo completamente quemados. Incluso se le cayeron las uñas por el efecto de las llamas, según las mismas fuentes. Durante una hora, más o menos, los médicos le curaron sus múltiples heridas. La sacaron fuera del edificio y la atendieron en la ambulancia.

Después la trasladaron al hospital de La Paz, donde ingresó en la unidad de Quemados en estado muy grave. Ayer se encontraba en la parte de esta unidad destinada a pacientes críticos, y su estado hacía temer a los médicos por ella. Además, ha quedado desfigurada.

Antes de que la trasladaran a La Paz, la mujer tuvo tiempo de dar algunas explicaciones. En esos momentos al parecer reconoció que había sido ella la que se había prendido fuego, pues se sospechaba que hubiera sido víctima de alguna agresión.

La Policía Local dio parte de lo sucedido al puesto de la Guardia Civil en Las Rozas. Los agentes encargados de la investigación interrogaron ayer a la pareja de Hakima, que explicó que la discusión se inició porque él está casado y tiene una esposa en Marruecos, algo que la mujer no toleraba.

Según su testimonio, Hakima quería ser la única mujer de su vida, y le había amenazado en varias ocasiones con hacer algo así. Finalmente, el lunes cumplió su palabra, y aunque él la intentó salvar, no tuvo tiempo suficiente de impedir que se quemara, según fuentes policiales.

Además, de las primeras pesquisas se dedujo que no era la primera vez que esta mujer trataba de quitarse la vida, pues al parecer hace tiempo se había tomado una gran cantidad de pastillas. Sin embargo, nadie esperaba que utilizara un método tan terrible para intentar morir.

El último caso que se recuerda en la región de alguien que se quemara a lo bonzo fue el de un jardinero de San Fernando de Henares, en marzo de 2004. Este hombre, de 53 años, se prendió fuego delante de su hijo, que trabajaba como jardinero con su padre.

Este hombre se quemó a lo bonzo mientras gritaba «fascistas», tras rociarse con gasolina en un servicio del Consistorio. El jardinero falleció a los pocos días de quemarse, víctima de heridas muy graves en el 60% de su cuerpo.