Accidente ocurrido el viernes
Uno de los muertos en el choque de Santander vivía cuando fue abandonadoEl juez decreta el ingreso en prisión sin fianza del joven de 21 años por omisión de socorro, una decisión sin precedentes
AGENCIAS/SANTANDER (Martes, 19 de diciembre de 2006)
El Juzgado número 3 de Santander decretó ayer el ingreso en prisión sin fianza del conductor de 21 años arrestado este fin de semana tras haberse estrellado, bebido, en la autovía S-10 y
haber ocultado a las asistencias que en su coche viajaban otros dos chicos, cuyos cadáveres fueron hallados a la mañana siguiente. Esta decisión judicial no tiene precedentes en España, al ser la primera vez que se envía a la cárcel a un conductor implicado en un accidente, señalaron desde la Delegación del Gobierno en Cantabria.
El juez que instruye la causa imputa al conductor, Adrián G.B.,
dos delitos de homicidio por imprudencia, otro de conducción temeraria y un tercero de omisión del deber de socorro, ya que el médico forense ha determinado que uno de los dos fallecidos no murió en el acto, por lo que cabe la posibilidad que siguiera con vida cuando los servicios de socorro llegaron al lugar del accidente.
El coche en el que viajaba Adrián G.B. con otros tres jóvenes -todos ellos árbitros de fútbol de la Liga Regional- se salió de la calzada a las 22.30 horas del viernes en la autovía de salida de Santander (S-10), a la altura del centro comercial Valle Real (Camargo), chocó contra un muro y acabó cayendo en una zona de marisma.
El acusado conducía en ese momento a una velocidad de unos 150 kilómetros por hora en un tramo donde está prohibido superar los 100 y había hecho varias «maniobras incorrectas y peligrosas, como adelantamientos por la derecha en una vía rápida con circulación concurrida, con grave riesgo para los restantes usuarios de la vía», relata el juez en el auto de prisión al que tuvo acceso Efe.
Cuando los servicios de socorro llegaron al lugar del accidente, se encontraron con dos jóvenes en el coche,
Adrián G.B., que sufría heridas leves, y un acompañante, J.A.G.B., de 18 años, que estaba inconsciente. La Guardia Civil practicó entonces al conductor la prueba de alcoholemia, que dio positiva con una tasa de 0,45 y 0,47, casi el doble de lo permitido, según informa la Delegación del Gobierno.
A la mañana siguiente
El juez imputa a Adrián G.B. un delito de omisión del deber de socorro, además de dos homicidios por imprudencia, porque «instantes después del accidente, cuando fue preguntado por agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo de Bomberos acerca de las personas que viajaban en el vehículo y cuál era su estado de salud,
contestó que sólo viajaba con Ángel (J.A.G.B.), que en ese momento estaba inconsciente en el asiento del copiloto, y que se encontraban bien».Pero la realidad era muy distinta. A la mañana siguiente, los servicios de mantenimiento de la autovía encontraron a unos 40 metros del lugar del accidente, entre la vegetación, los cuerpos de los otros dos jóvenes. Según la Guardia Civil, los dos chicos había salido despedidos del coche como consecuencia del impacto, porque no llevaban puesto el cinturón.
El juez reconoce que el forense todavía no ha podido precisar a qué hora fallecieron los dos chicos, pero sí que uno de ellos no murió en el acto,
«ignorándose el tiempo exacto que duró su agonía». A la vista de los indicios recogidos, el magistrado Fernando Vegas considera «posible» que es posible que a la llegada de la Policía al escenario de la tragedia uno de los fallecidos aún se encontrase con vida, con lo que
la conducta ocultadora de Adrián podría considerarse delito.
El juez ha enviado a la cárcel al conductor por tres razones: la gravedad de los delitos imputados -entre ellos dos homicidios-, la posibilidad de que se fugue y el riesgo de que «cometa otros hechos delictivos análogos, ya que en situación de libertad podría conducir y poner nuevamente en peligro la seguridad del tráfico». Adrián G.B., que ya estaba en prisión en calidad de detenido, acudió a declarar con muletas y tapándose la cara con la capucha del abrigo. En su declaración, mantuvo que no recuerda nada de lo ocurrido en el accidente, según indicó su abogado.
