Por primera vez, un lehendakari sale de Euskadi para arropar a víctimas de ETAIbarretxe presidirá hoy en Córdoba unas jornadas de la asociación andaluza y dirigirá un mensaje ante 200 afectados por el terrorismo Juan José Ibarretxe protagonizará hoy en Córdoba un gesto inédito de reconocimiento a quienes han soportado la violencia de ETA, que nunca antes había sido realizado por ningún lehendakari.
Por primera vez, un presidente vasco se desplazará fuera de la comunidad autónoma para arropar a los afectados y transmitirles el pesar de las instituciones y la ciudadanía de Euskadi por el padecimiento causado durante casi medio siglo de actividad etarra. Ibarretxe lo hará en el acto inaugural de las jornadas que convoca cada año la Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo (AAVT) y ante un auditorio que congregará a alrededor de 200 damnificados. A ellos les dirigirá unas palabras con las que el lehendakari pretende, según fuentes de su entorno, hacer sentir «la solidaridad activa» del pueblo vasco y reconocer «el dolor que se ha sufrido y se sufre».
Las circunstancias han hecho que el encuentro -el sexto promovido por la agrupación- y la significativa presencia de Ibarretxe en el mismo coincidan con un momento muy delicado del proceso de paz y con la convocatoria, mañana, de una nueva manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo contra la política desarrollada por el Gobierno y la apertura de una negociación con ETA. El colectivo andaluz con el que se reunirá el lehendakari forma parte de la federación que integran varias plataformas autonómicas de afectados, descontentas con la estrategia que viene defendiendo la AVT capitaneada por Francisco José Alcaraz. El jefe del Ejecutivo de Vitoria se dirigirá, así, a un auditorio crítico con la actuación en el pasado de las instituciones vascas pero más predispuesto a acoger su mensaje y aceptarlo. Un mensaje que, previsiblemente, seguirá la senda de la carta que Ibarretxe escribió el pasado mes de junio con motivo del aniversario del atentado de Hipercor, perpetrado por ETA en 1987 y el más sangriento de su historia: en ella, pidió «perdón» expresamente a todas las víctimas por «la lejanía» y «la soledad» que hayan podido percibir «de los poderes públicos».
Las excusas por la violencia cometida por la organización armada han constituido tradicionalmente un asunto tabú, incómodo en una sociedad marcada por el terrorismo, no explicitado hasta la fecha por las instituciones de Euskadi y no compartido por el conjunto del nacionalismo. Aquella carta, leída en Barcelona por Maixabel Lasa, constituía la asunción pública de la doctrina ética reivindicada por ella y su equipo al frente de la Dirección de Víctimas del Gobierno y daba cuerpo al 'mea culpa' recogido en el Plan de Paz y Convivencia del Ejecutivo. El gesto no gustó en el mundo abertzale y tampoco en sectores del tripartito y el PNV, que creen que las instituciones de Euskadi no deben pedir perdón por algo -la práctica del terrorismo- de lo que no son responsables y desconfían del papel de las víctimas. Esos recelos contrastan con la predisposición mostrada por la ejecutiva de Imaz, que ha reabierto una línea de entendimiento con el PSE a través de la ponencia de víctimas que encabeza el jeltzale Íñigo Urkullu.
Palabras y hechos
Los parlamentarios que la integran -de todos los grupos salvo EHAK- mantuvieron su primer encuentro con afectados fuera de Euskadi precisamente en Andalucía, donde se comprometieron a pasar de «palabras a hechos» tras escuchar el lamento de quienes habían sentido que les «volvían la cara». Hoy, el lehendakari acudirá acompañado por Lasa al acto de Córdoba, que se celebrará a las seis de la tarde en un hotel con una amplia presencia de autoridades locales. Según el protocolo previsto en el programa, el lehendakari cerrará la jornada inaugural tras las intervenciones del presidente de la Diputación provincial, Francisco Pulido; el subsecretario del Ministerio de Interior, Justo Zambrana; la consejera de Justicia, María José López; la alcaldesa y representante de IU, Rosa Aguilar; y el presidente de la agrupación de afectados, Joaquín Vidal.
Ibarretxe transmitirá a las víctimas el rechazo de las instituciones y la sociedad vasca a la violencia y su «absoluto apoyo» a todos aquellos que la han padecido. El jefe del Ejecutivo de Vitoria les expresará su reconocimiento y la «solidaridad activa» para combatir el «dolor» que han tenido que soportar. La Presidencia vasca no cree que se reproduzcan los incidentes vividos en Granada hace tres años cuando, en plena controversia sobre su plan de libre adhesión a España, un grupo de ultraderechistas insultó y llegó a agredir al lehendakari, invitado a unas conferencias en la Universidad. 
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