Mi querida Marye, siento lo que te ha sucedido, y lamento no poder ayudarte. Sólo puedo desearte que te sientas acompañada, y decirte que intentes descansar, despejar tu corazón y distraer tu mente... Cambiar de horizontes te hará bien. Mientras tanto, aquí seguiremos esperándote... y extrañándote. Recibe muchos abrazos y un beso desde la margen izquierda del Río de la Plata, querida Amiga.
