EL BUEN SEMENTAL

Un granjero pobre poseía como único bien un toro que era muy efectivo.

Los rancheros más adinerados de la región acudían llevando a sus vacas para que fueran preñadas por el efectivo semental... y el animal les daba a una por una sin parar en todo el día; y así le pusieran 100 vacas, a todas las atendía en fila... los becerros producto de esas escandalosas bacanales eran los mejores y mas gordos de toda la región.

Un día, los rancheros pensaron que el granjero se estaba enriqueciendo con lo que ellos pagaban para que el semental preñara sus vacas, por lo que se reunieron y en grupo fueron a ver al tipo para hacerle una propuesta:

-Queremos que nos vendas tu semental, para que lo usemos como un bien común.
-Está bien- constestó el granjero -pero como es el único bien que tengo para mantener a mi familia, quiero que me paguen 3 millones de dólares por él.
- ¿Estas loco?- exclamaron los rancheros, y enseguida se retiraron.

Los rancheros fueron a la presidencia municipal a exponer la situación, y el presidente decidió que comprarían el toro con recursos públicos para que el animal fuera un patrimonio del pueblo.

Ya estando el toro en Palacio municipal, le llevaron a la primera vaca... pero únicamente la vió, y se alejó sin hacer nada.

-Debe ser porque está muy flaca-, pensaron los rancheros y fueron por una robusta vaca holandesa; pero el toro únicamente la olió... y tampoco hizo nada.

Así que los rancheros, acompañados por el Presidente Municipal fueron a casa del granjero a reclamar, ya que temía el munícipe que lo acusaran de fraude por haber comprado con recursos del pueblo algo que no funcionaba.

Al llegar el granjero a donde el toro se encontraba, se acercó y le preguntó al oído.

- Qué te está pasando?, no te tratan bien?, te sientes incómodo?.

A lo que el toro respondió:

- No me jodas hermano!... No ves que ya soy funcionario público?