Marieta
PeterPaulistic@¹
    
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"al bien hacer jamás le falta premio
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« : 14 de Octubre 2006, 09:50:16 » |
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Me consuela saber que no soy la única q sufre por amor.
Mi historia viene a ser una de tantas que surgen por la red, pero nunca fue tan idílica como las describen otros protagonistas, para mi siempre fue tormentosa y yo no me creía capaz de olvidarlo, solo de hacerme daño una y otra vez. Hoy puedo contarlo sin apenas una lágrima derramar.
Lo conocí en el mes de enero, en un Chat español, en donde vivo desde que nací. Junto a otra chica, emprendimos una amistad preciosa, cada día, los tres nos reuníamos en Internet y nos contábamos nuestros problemas, nuestras vivencias, nuestras anécdotas y bromas. Nos conocimos por foto, y puesto que vivíamos cerca, teníamos previsto quedar para conocernos en persona, pero estábamos tan a gusto así, que acabábamos aplazándolo. El comenzó a mostrar un especial interés por mí, a mostrarse mas cariñoso conmigo, colmándome de atenciones, e incluso a decirme q sentía algo especial por mí, a mi físicamente no me atraía, y sentimentalmente solo como amigo, como un gran amigo. Pero me sentía sola, y él me decía esas cosas que tanto me gustan oír y finalmente termine por enamorarme de él.
En cuanto el lo intuyo cambio su forma de ser, perdió el interés, era otro. Un día le confesé lo que sentía, y el rechazo mi amor, tal vez te confundiste con mi actitud – me dijo-, yo se que no fue así. Cada vez sentía quererle más, y cada vez menos interés tenía por mi persona. Finalmente, (sin nuestra amiga en común, pues ella vive lejos) nos conocimos una tarde, en la que hable con el y con un par de amigos durante horas. A partir de ese día sentí q volvía a recobrar interés y recuperé la esperanza. El me prometía en sucesivos días algo q yo anhelaba, un beso.
Se sucedieron las citas, en ellas ambos mostrábamos nuestro interés en visitar a nuestra amiga, en un viaje que haríamos juntos, para conocerla a ella también, pero nunca nos poníamos de acuerdo, y seguía en el aire. Finalmente, llego la noche, la noche en la que finalmente me beso, fue un dulce beso, q me llevo al séptimo cielo, pero días mas tarde, regrese a la tierra, y el golpe fue duro. Nunca les contó nada a sus amigos, y desde aquel día me rehuyó. Empecé a sentir miedo, a pensar que se arrepentía de ese beso, y descubrí q no se arrepentía, sino q ni siquiera reconocía haberme besado, su versión fue la de un amigo, que se despide de una amiga. Comenzó mi sufrimiento al ver que no sentía nada por mi, y que mi amor era mas fuerte de lo que el pudiera sentir en toda su vida. Ya evitaba quedar conmigo, y solo lo vi. una vez más, pero fue muy corta. Seguíamos en contacto con nuestra amiga de la red, aquella chica que cada día estaba ahí, aconsejándome, recogiendo mis lágrimas, y ahuyentando mi dolor. Ella tenía problemas con su novio, así que mutuamente nos aconsejábamos. Empecé a quererla como la mejor de las amigas, pero un día ocurrió lo que hoy me ayuda a olvidar.
La tarde de un sábado de marzo, inicié mi sesión de Internet, en la cual estaba él, mi confidente y amiga, y unos amigos que el me presentó. El se despidió de mí con prisa, se tenía que ir. Ella me dijo que esa tarde iba a salir. Sentí el mayor de los dolores, al descubrir de la mano de un amigo de él, que esa prisa que me demostró al irse, era por que se encontraba camino del lugar de residencia de nuestra amiga en común, con el único fin de no hacérmelo saber, una cita a escondidas.
Él, el hombre al que tanto amaba, ella, la persona que yo consideraba mi amiga, la cual conocía cada detalle de mi sufrimiento por él, cada minuto de mi amargura por su desamor, se iban a encontrar esa tarde, sin ni siquiera decirme una palabra.
Él paso allí el fin de semana, en el piso que ella utilizaba cuando su novio la visitaba, allí juntos, sin pensar en mi en momento alguno. Yo aquí, sola, deshecha, llorando dos días seguidos, sintiendo dolor por lo que me habían hecho, y preguntándome por que a mi, con lo bien que me había portado con ellos.
Al día siguiente, nos encontramos de nuevo como siempre, en la red, y yo le dije palabras muy duras, palabras que en ese momento sentía. Entonces él me dijo que no lo pagara con ella, que ella no sabía que él la iba a visitar, que para ella también fue sorpresa, y que fue dicho y hecho, que salió de noche cuando ya era tarde para avisarme. Él desconocía que yo lo sabía desde que salió por la tarde y que conocía toda la verdad. Sufrí mucho, y termine perdonándoles, por que le seguía amando.
Pero desde entonces, dejo de confiarme su día a día, centrándose en ella, dejándome de lado. Yo me volví tremendamente celosa, algo con lo que el disfrutaba, que nadie le tocara a su chiki –como él la llamaba para darme celos-. Ambos me acusaron de haberme enfadado excesivamente con lo del viaje a escondidas, y decían sentirse asombrados con mi reacción, que dije cosas de ellos, sin haber esperado a escuchar su versión. Él se volcó en ella, y dejaron de tener una buena relación conmigo, para pasar a saludarme y despedirme tan solo. Ella me confesó sentirse atraída por él, él no quiso cerrarse puertas y nunca lo confesó. Nunca sabré lo que pasó ese fin de semana, pero no quiero sufrir más. Siguieron haciéndome daño, con actitudes, con conversaciones, y fue naciendo entre nosotros dos una tensión inaguantable, hasta que finalmente explotó en una discusión, en la que ambos nos despedimos. Seguimos viéndonos en la red, pero nunca como antes, ni una palabra de cariño, ni un síntoma de confianza, nada. Nos esforzamos por ocultar lo que sentimos, actuando de manera falsa para tapar la tensión. Ellos siguen hablando y ella, es su mayor confidente y amiga, ella si que lo entiende y ayuda, no como yo –palabras suyas en nuestra última discusión-.
Hace un par de días me llegó una conversación que una amiga mía, tubo con él, en ella decía: que nunca sintió nada por mi, que tal vez me confundí, que nunca me quiso hacer daño, y que nunca jugo conmigo, que podría haberlo hecho y no lo hizo, que el beso fue un beso de despedida, de un amigo a otro, que me lo dio por que se lo pedía, y que yo me engañé, q debiera haberme dado cuenta de que no me quería cuando en todas las veces que quedamos me esquivaba.
Yo digo, lo amé, me costará olvidarlo, sigo llorando por él y el beso fue mas allá, fue un dulce y largo beso que nunca olvidaré, diga lo que diga.
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