Hay en el mundo corazones tan duros que pueden resistir los hachazos de la ira, los dientes del encono, y los golpes de orgullo y del rechazo, pero por más severo que sea el corazón de la persona, no podrá resistir los embates del amor; porque el amor es la fuerza más poderosa de este mundo.
Tanto tiempo sin leerte, Ramón, y tengo que encontrarme con una parábola tan bonita. Preciosa.
Como en las pelis de abogados es : la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad.
Y como siempre, me hiciste

aunque sólo un poquito, eh?

Un abrazo, Paddy.

Karmawaki. Gracias por lo escrito.