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06:00 AM CST 06 Sep 2006 (12:00 GMT)
Agencias
DIARIO EL MUNDO
Barcelona dejó ir otra oportunidad para llevar a sus vitrinas un nuevo trofeo y, de paso, disipar las dudas que ha sembrado en el inicio de temporada.
Ayer fue víctima del Espanyol, con el que disputó la final de la Copa Cataluña en su edición 17. “Los periquitos” se alzaron con el trofeo luego de imponerse por la mínima diferencia con gol de Ferrán Corominas.
Ante cuatro mil 500 espectadores en el estadio Montilivi de Girona, el Espanyol logró adjudicarse esta Copa, cuya final estaba pendiente, ya que por falta de fechas la temporada anterior no se pudo disputar. El único gol del partido fue obra de Corominas al minuto 40
El Espanyol mostró más ganas de llevarse el trofeo, sus jugadores dominaron la media cancha, pero también supieron meter la pierna fuerte para cortar cualquier tipo de amenaza del cuadro blaugrana, que vio pasar la primera mitad del juego sin darle mayor importancia.
Al minuto 40, el Espanyol abrió el marcador por medio de Corominas, quien recogió un balón dentro del área y batió por alto al portero azulgrana, Jorquera.
Delantera inédita
Para la segunda parte y ya con el marcador en contra, Barcelona realizó cambios y aparecieron a la ofensiva, jugadores como Saviola, Giuly y Ezquerro, pero nada pudieron hacer frente al marco de los “Periquitos”.
Barcelona amontonó gente en el ataque y nada les funcionó, siendo sus mejores ofensivas las protagonizadas por los laterales Belletti y Shylvinho. Las opciones más claras llegaron por intermedio de Giuly y Motta, este último, a tres minutos de la finalización del juego.
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